10 de noviembre de 2005

Sobre la anticipación al objeto de deseo

o la sala de espera de la felicidad

(No sabe uno lo que tiene hasta que lo pierde)
Veía yo recientemente uno de los programas de Redes, que paciente y tranquilamente conduce Eduard Punset. Veía apenas 10 minutos, mientras me preguntaba, como suelo hacer, acerca de la magnífica hora con la que honran a tan trivial programa. Mis 10 minutos fueron de 1:45 a 1:55 (de la noche, de la madrugada, mañana A.M. … como quieras). 10 minutos (que no 20) de entrevista al profesor Robert Sapolsky, acerca de la naturaleza de la felicidad.

Este interesante profesor, que bien podría haber rodado las escenas difíciles de Náufrago, comentaba algo así como que la anticipación, es la felicidad. La anticipación a lo que se espera que ocurra, al objeto de deseo, a lo que nos excita, debido a la segregación de dopamina durante los previos y no en el durante durante. Esta anticipación a lo que vendrá después, y que deseamos fuertemente, es la propia felicidad, o al menos las dos cosas están muy correlacionadas.

Ese rato durante el cual tu perrito mueve la cola saltando mientras terminas de prepararle su buen plato de carne, su hueso, su tal o su cual. Durante ese rato, el sentimiento es de gran felicidad y euforia. Una vez alcanzado el objeto de deseo, la comida, esa euforia se desvanece, hasta el hecho que mientras come, tu perro puede hasta gruñirte. -#La perra de Punset se llama Pastora, y me ha recordado a Dina.

Ese rato mientras esperas a la persona amada en secreto. Esos momentos durante los cuales estás antes de.

Esto que me resulta tan interesante, y poco sorprendentemente evidente, me ha hecho pensar de nuevo en esto de la feliz felicidad. Y es que si lo anterior parece cierto, tampoco podemos negar que no sabe uno lo que tiene hasta que lo pierde.

Quieres algo, y eso te hace feliz. Lo pierdes, y entonces conoces su valor. Lo tienes, ¿y? … Parece que el “durante” no es ni chicha ni limoná, que la posesión es insípida satisfacción y que la pérdida produce una mayor infelicidad (en términos de tiempo) que felicidad produce la anticipación. Curioso. Probablemente algo así pensó aquél que dijo que deberíamos ir anulando el deseo, para ser felices, e iluminarnos con luz de verdad, sobre el cristal (oriental).

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Dr. Sapolsky en google: AQUÍ || Dejar de fumar con el profesor Sapolsky || sapolsky en la wikipedia

13 comentarios:

Fernanblog dijo...

Acertado poste.

Y creo que es muy cierta la teoría, y para muestra un botón:

¿Quién no ha jugado nunca a los "Clicks" de famobil?
Yo disfrutaba a lo grande mientras organizaba un asentamiento indio, preparaba un abordaje, o planificaba el asalto a la diligencia.

Al final, cuando cada "click" estaba en su posición y todo estaba listo para entrar en acción... Fin. Ya todo era aburrido.

Pues sí, los preparativos eran para mí lo más divertido. ¿Para ti no?

Pues yo creo que Carlos lo ha dejado todo listo para que cuentes aquí tus prolegómenos más divertidos.

¡Al abordaje!

Anónimo dijo...

Hum.... con el ejemplo del perro de flandes ese me quedé descolocado. Eso no es felicidad ni leches, eso se llama "recuperación del equilibrio homeostático".

Este equilibrio consiste en tener nivelado el ansia de cualquier cosa. Pero de repente te entra hambre... así que el equilibrio se rompe y necesitas o deseas satisfacer ese hambre. Te levantas, vas a la cocina, te zampas un bollo y recuperas el equilibrio homeostático.

Por supuesto, satisfacer una necesidad genera otra nueva, por lo que el equilibrio éste es, en realidad, una Zanussi que centrifuga a ratos.

La felicidad es deseable, pero su ausencia es muy didáctica. Siendo infelices, experimentando la pesadumbre propia, valoraremos en toda su profundidad la felicidad total, cuando sobrevenga.

Y sobrevendrá ¡vaya si sobrevendrá! ¡vaya si vendrá en un sobre!

Oye, a todo esto... ¿para qué rayos querría alguien ser feliz? cuando eres feliz te estancas y amodorras, pierdes creatividad y capacidad de reflexión y... y.... ¡y todo sabe a pollo a la naranja! (mmmmmmm ñam ñammmmm).

Bueno, vale. Yo también quiero :) -

Anónimo dijo...

Me ha encantado este post, Carlichis. Enhorabuena. Será porque tengo un síndrome Madame Bovary que no veo.

Abrazo orgiástico.

mirada dijo...

enfadarme...yo? para nada.. jajjaja
Besos y abrazos

mirada dijo...

Carlitos es comprensible tu error, una mirada no es mirada...
yo soy mirada, de mirada de agua,
una mirada es de una mirada alrededor, y si.. escribiste un comentario detrás de ella sobre el Caballo de Benítez... :D
Bueno, encantada de conocerte...
Besos

P.D: Te dejo los enlaces:
una mirada alrededor
http://cartujerias.blogia.com/

mirada de agua
http://miradadeagua.blogspot.com/

Luis Amézaga dijo...

Creo haber entendido que la felicidad es una sustancia química que se nos dispara en el cerebro. Sustancia química, droga; no, si al final tendrá razón el "camello" de mi barrio...

Anónimo dijo...

Pues totalmente de acuerdo, primo, mientras deseas algo permaneces vivo, buscas, sufres, te alegras, gozas, ansías...
Una vez que se te concede, te replanteas si mereció la pena tanto esfuerzo, ya que ahora que lo posees te sientes menos vivo. Entonces tu mente comienza a buscar otras cimas y así continuamente...
De esta manera como vamos a ser felices si siempre estamos en este sin vivir del querer y no poder hasta que lo conseguimos y se nos cae el castillo de naipes.

Un abrazo

Fanny G. dijo...

HOLAAAAAAAAAA!!!! (he vuelto, antes de las 48 horas de plazo!!!)Bueno, ahí te dejo mi comment:
No estoy de acuerdo!!!! Yo soy feliz durante el durante. muchas veces he estado disfrutando el momento, y pongo ejemplo para q me entendais:
Mientras he cocinado algun "manjar" delicioso, he disfrutado; y mientras me lo comia, lo saboreaba lentamente, deteniendome...para poder ser mas consciente en ese momento, y me sentia feliz; y mas tarde cuando lo recuerdo, tambien.
La felicidad no es el previo...La felicidad es el previo, el durante y el despues.
HE DICHO!!!!
jejejejeje
besos Carlitosssss

Los Tacones Rojos dijo...

Hola!!!!!!!!!
Me parece muy bien que te conctes tarde, aunque claro, cerca de las 2 de la madrugada, si luego tienes q despertar temprano... En los proximos encuentros que cuente, seguro q eres capáz d quedarte mas tarde. Pero bueno, no quiero q tu salud se vea afectada por mis tacones...
Con respecto a la cuenta d gmail d la q me hablas me parece mu bien, pero d momento no voy a abrirla. Si veo q el consultorio se queda pequeño espero q entoncs me exes una mano eh?
Un beso muy fuerte!!!

gemuchi dijo...

Uff me ha encantado este post y estoy de acuerdo con cada una de sus palabras. Esa es la vida señores!! de ahí que digan que las mujeres necesitamos no saber que tenemos a un tío seguro porque perdemos el interés!jajaja nos mola mas cosneguirlo un poco más cada día!jajaja

simalme dijo...

Qué interesante tu blog, paisano, vivo en Sevilla yo también. Gracias por el comentario, me gustaría verte más por ahi, me verás.

Anónimo dijo...

carlitos, ahi te equivocas. ¿O no hay momento de mayor felicidad y euforia que en el momendo despues de? Sobre todo si es bueno...

Saludos desde pamplona...

Lalola dijo...

El post GENIAL!!! Además creo que es muy cierto no hay momento más feliz que el del deseo, ese momento en el que estas a punto de conseguir algo, los preparativos de algunas situaciones...

Claro que como dice el pamplonika tb justo "después de", jeje.

"Un instante de felicidad vale más que mil años de celebridad"