21 de noviembre de 2006

El Euro Peo

3 postillas
¿Quién es ese tragón tragabolas, con probable forma de dragón, que no de bolas, que se come mis sueldos alegre y mensualmente, los digiere y los expulsa soberanamente a la par que con desdén, en forma de ventosidad?

¿Quién es aquél que osó cual oso sin forro en el frío polar como amantes en círculo subirnos el nivel de vida casi un 100% mirando para otro lado, haciéndose el longui como un buen Lorenzo cara al Sol?

¿Por qué no hay sobre esto explicación convincente ni sin Vicente, ni que vidente alguno pudiera advertir y verter sobre nosotros y sobretodo?

Disculpen sus señorías lectoras, chupapostes y no-chupapostes, apostilladores y apostillantes socios, lo soez del poste, pero espero que se me permita decir que me cago en el euro. Más que en el euro como concepto (de unión (jajajajajajajaJAJAJAJAAJA) de los pueblos, de la comunicación (económica) de las gentes,...) y como Símbolo (€), me cago en lo que ha conllevado el euro, o lo que llevaba detrás oculto bajo la alfombra del descaro. Pero por decirlo de algún modo, me cago en el euro. Y a aquellos por los que pregunto más arriba, les dedico un magnífico Euro Peo, esperando que resuene en sus tímpanos y sus pituitarias durante mucho tiempo. Tanto como tiempo pase hasta que los sueldos se acerquen a la subida del nivel de vida sufrido. Va por ustedes.