24 de febrero de 2009

- ILLO, ¿QUÉ?

4 postillas
- PO YA LO VES

17 de febrero de 2009

Que tú deseas leer en verso

4 postillas
Hay una cosa que quiero decirte, y no sé cómo hacerlo. A ver si tú mirándome a los ojos puedes saberlo. Hay una cosa que no quiero decirte, y no sé por qué hacerlo. Quizás tú sepas cómo ignorarlo o al menos no verlo. Hay pocas cosas que no te diría y hay otras muchas que callaría. Hay una cosa que quiero preguntarte y no sé cómo hacerlo. No siendo mentira no sé si quiero saberlo. Hay otra cosa que quiero preguntarte y no sé si hacerlo. Y si no lo hago creeré que es mentira aun sin serlo. Y si lo hago creeré que es mentira o bien que no es cierto. Hay una cosa que quisiera que me preguntaras, así, sin miedo. Aunque no sé qué contestaría si lo haces en serio. Hay una cosa que no quisiera que me preguntaras nunca. De hecho no sé siquiera cuál es esa pregunta. Hay mil cosas sobre las que no tengo dudas, y tengo mil dudas sobre mis cosas, y sé que no dudas de mis dudas, y sé que las tuyas no duran, aunque las hay, como hay Luna. Hay una cosa que me gustaría decirte, y no es escribiendo. A ver si entre estas líneas u otras lo acabas leyendo. Hay una cosa que siento no decirte, y es no decirte a veces lo que siento. Hay una cosa que siempre esperas que te diga, pero yo no dejo siquiera que se la lleve el viento. Hay una cosa que es mía, como son mías cientos. Hay una cosa que es tuya, y me late muy adentro. Hay una cosa que sólo sé decir en prosa que tú deseas leer en verso. Hay tantas cosas que te digo incluyendo pensamientos, que a veces, las reflexiones no dejan espacio a los sentimientos. Hay una cosa en colores que sólo consigo expresar en blanco y negro. Aunque sabemos que todo lo que pinto lo hago con los colores que tengo. Hay algunas plantas que hace algún tiempo que no riego, y es gracias a tí que no siento que esté seco. Hay una frase al principio de los tiempos, antes de que todo tomara cuerpo. Y es que de siempre se ha dicho, lo primero es lo primero. Hay una cosilla que quiero decirte, aunque nunca crea estar dispuesto. Hay una cosa que quiero decirte, pero no pienses que es gorda, ni media ni fina. A ver si tú mirándome a los ojos, lo adivinas. Hay una cosa que creo que sólo sé decir en prosa, aunque suenen vocales en concierto. Sí, hay una cosa que creo no saber decir más que en prosa, y que tú deseas escuchar en verso.

Hay una cosa que siento que quiero decirte, pero no sé qué es ni cómo hacerlo. Espero que tú, mirándome a los ojos, puedas saberlo.

15 de febrero de 2009

El Poste más triste

Y en efecto alguien supo algo. Y se calló. Y confundió amistad con asesinato. Confundió complicidad amistosa con ser cómplice cruel. Lamento mucho este poste. Este poste que es el poste más triste.

El poste más triste es aquel que no tiene nada que decir. Y aunque yo sí que tengo mucho que decir, no puedo decir lo mismo de este poste. Este poste está vacío totalmente, porque lo único que cuenta es lo que no cuenta. El poste más triste es aquel que simplemente tapa palabras anteriores, que estira un velo tan tupido y opaco como sea necesario. Y aunque ahí quedará, ahí lo dejaré en recuerdo de la pobre chiquilla, quisiera no haberlo publicado nunca. Quisiera no haber arrancado un par de carteles por la calle San Jancinto con las lágrimas en salto. Hoy no necesito tus postillas ni tus comentarios. Sólo tu respeto y dolor. Y tu recuerdo.

Este poste es el poste más triste. Porque solo tapa aquello que nunca debió ocultarse. Aquello que nunca debió suceder.

Descanse en paz.