19 de abril de 2014

EL JEFE INFILTRADO

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Esta publicación no trata sobre una lesión de rodilla de Bruce Springsteen [el verdadero Boss, y no ese tal Jiugo (Hugo)], ni de una de las palabrotas que a todos nos encanta pronunciar: EMPATÍA. No. Esta publicación trata más bien de otra cosa, pero yo todavía no lo sé. En ello estoy.

Hablar de la empatía con simpatía dicen que es ponerse en el lugar del otro. Mucho más que cederle a alguien tu sitio en el autobús, o colarse en la fila para pagar del mercadona, la empatía es ponerse figuradamente en el lugar del otro: capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos (rae). Dicen que es una de las claves para la salud mental y para preservar nuestra supuesta humanidad. Dicen.

The Boss Undercover

Desde luego que es un ejercicio intelectual de alto nivel imaginar que somos nuestro interlocutor y llegar a entender que desde su perspectiva de las cosas, sus sentimientos tienen sentido y por lo tanto sus actos son comprensibles. Pero al fin y al cabo, no es más que eso: un complejo ejercicio en el eje imaginario. Más real y recto es vivir y experimentar en primera persona (del singular) lo que vive y experimenta el otro en sus propias carnes. Y es eso exactamente lo que ha hecho El Jefe: infiltrarse entre los suyos para sentir y observar desde cerca cómo son las cosas al nivel del mar, al nivel terrenal. De esa forma es El Jefe Infiltrado.

Al igual que en el programa televisivo, por cierto recientemente adaptado en España, El Jefe, se transforma para pasar desapercibido, y se hace pasar por uno de sus subordinados, para con cierto disimulo observar desde dentro, como uno más, qué falla y qué funciona. Así, podrá sentir en su propia piel las dificultades, tentaciones, obstáculos y problemas con los que se encuentran en su mísera vida mortal aquellos a los que debe dirigir y juzgar. Así, como uno más, El Jefe llega a comprender el porqué de muchas cosas que desde las alturas, quizás, no se alcanza a explicar, y comience a sentir compasión por aquellos que parecían ser unos pecadores de la pradera y unos malvados desalmados. Así, puede incluso acabar por ofrecer inesperados regalos y recompensas a humildes hombres y mujeres que sólo tratan de cumplir dignamente con su día a día. Y como no es lo mismo verlo o que te lo cuenten, a sentirlo y vivirlo tú mismo, pues allá que va El Jefe y se infliltra sufriendo y padeciendo lo mismo que los suyos. ¡O más!

No es mala idea esta, la verdad, para que El Jefe consiga ser más (?) justo, ecuánime y misericordioso, pues no se pone mentalmente en el lugar del otro, sino que lo vive.

Perdona si esta publicación no te aporta mucho, pero hoy, no alcanzo mucho más que a pensar que esta historia del Jefe Infiltrado me resulta tremendamente familiar, y me parece tener más de dos mil años. Ô_o

¿Sabes tú ya de qué va esta reflexión?



14 de abril de 2014

Twitter Christ Superstar

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De chico algunos me llamaban Piolín. No todos. Otros se contentaban con Cabeza, y los más avezados en motes se lucían con dulces calificativos como El Chupachups, El Piruleta, o el punzante El Chincheta. Sé lo que estarás pensando, pero he de decirte que en mi opinión no era tan grande mi testa. Lo que pasa es que yo siempre estaba demasiado cerca. Bueno, por no hablar de mi historia (co-historia) del 57y1/2 (se lee cincuentaicieteymediomiarmaquécabezatiene), pero eso ahora no viene al caso.


Twitter Christ Superstar. Piolín is Tweety.La cuestión es que Piolín se llama en realidad Tweety, nombre que proviene de la onomatopeya en inglés para el canto de los pajaritos. Dicen los angloparlantes echados para adelante que los pajaritos por aquí y los pajaritos por allá cantan diciendo tweet-tweet-tweet (algo parecido a chuí-chuí-chuí, pero con más clase). Y es esta onomatopeya la que da nombre a la exitosa red de redes, como Rey de Reyes, TWITTER, basada en microblogging, que seguro que tú conoces mejor que yo.

Aunque estudié su existencia al poco de su nacimiento al lado de Paco (elclownclavero) allá por el... ¿2006?, yno estoy en Twitter. No es nada personal (no como contra el WhatsApp), pero por lo que sea, no tengo cuenta en Twitter y por tanto no digo ni pío, aunque reconozco su poderío, su potencia y la increíble influencia de su inmediatez. La verdad que no sé si habrá sido por el miedo a quedarme sin seguidores, o por no verme a mí mismo pinchando aquí o allá para convertirme en seguidor de nadie en estos tiempos, o por haberme disgustado toda la vida sobremanera el manidísimo follow the leader (agggghhh). Y digamos que tampoco ayuda mucho ver cómo una simple autofoto (ahora hay que decir selfie, perdón) sin ninguna trascendencia se convierte en "el mensaje" más retuiteado de la (corta) historia de Twitter,  por muchos óscares que salgan o dejen de salir. 

Otro gallo hubiera cantado, quizás tres veces, si Twitter hubiera nacido antes, pongamos... 2 mil años antes, o algo más. Y claro, si yo hubiera estado allí, para poder pinchar en Follow/Seguir.

¿Me sigues? ¿Sabes ya por dónde voy? Lenny lo preguntaba a su manera, y yo me pregunto a la mía: ¿Imaginas qué hubiera sido del mensaje del Maestro Jesús, de haber contado con la difusión instantánea que permite Twitter? ¿Imaginas cuántos versículos nos llegarían a modo de tweets, y cuantísimos retweets conseguirían? ¿Imaginas cuántas parábolas serían tendencia o trending topic cualquiera de estas noches en prime time? ¿Imaginas cuántos seguidores conseguiría el perfil del Maestro hoy día en Twitter? Yo, llevo un tiempo imaginándolo,  por ser tantas y tantas la citas de Jesús (tweets de hoy día) que influyen incluso en la moral de aquellos que se consideran ateos o arreligiosos, pero que asumen y suman ideas que quizás ignoran forman parte del mensaje del Maestro.

En ese mundo no tan imaginario, sin duda, yo ya estaría en Twitter. Y sería uno de sus followers. Y retuitearía cientos de sus tweets y pío-pío. 

Léelos (sus tweets, I mean), y al César lo que es del César.

I follow Him

1 de enero de 2012

2012: FECHORÍAS DEL 2011 y LAS FECHAS SINE DIE

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HOY ES UN DÍA MUY BONITO. Todos los son.

Se acabó. Cuando todo el mundo lo esperaba, y habiéndolo avisado con un año de antelación, cogió se terminó. Nos sorprendió a todos celebrando el primer cumpleaños del 2011, año que ha pasado a mejor vida, tras habernos traído un claro mensaje de superación y espíritu de mejora. Como algunos ya saben, se fue ya el año 11, el año once. El año Eleven, in english.

El año que se fue a freír monas con viento fresco, nos dijo con verde esperanza:
- Señores, Eleven la nota. Eleven sus aspiraciones. Eleven la mirada. Eleven, eleven, eleven. ¡Arriba!

El elegante 2011, que para algunas cosas del tipo pecunia pecuniae ha sido nefasto, nos ha dejado, al igual que su predecesor (agnus antecessor) momentos de gloria (ver poste anterior) de tipo Calendario Gregoriano. Nos ha dejado múltiples fechas gloria bendita in Excelsis Deo, que se podían escribir al estilo de George Boole, usando sólo unos ceros y unos unos, como se hace al usar el sistema de numeración binario. Claro está, escribiendo el año únicamente con sus últimas dos cifras (1999 --> 99; 2003 --> 03). Unas fechas que no tienen fecha de caducidad. Fechas sine die. Estas fechas, que tuvieron su culmen el once del once del once, hermano pequeño del día 10 que vivimos el diez de octubre del año anterior, son las siguientes:

Fecha
Fecha en binario
Conversión a decimal
1 de enero de 2011 
010111
23
10 de enero de 2011
100111
39
11 de enero de 2011
110111
55
1 de octubre de 2011
011011
27
10 de octubre de 2011
101011
43
11 de octubre de 2011
111011
59
1 de noviembre de 2011
011111
31
10 de noviembre de 2011
101111
47
11 de noviembre de 2011
111111
63

En la columna de la derecha de la tabla anterior aparece el número binario transformado al sistema decimal (consulta este conversor online si no dominas las potencias de 2). Como curiosidad añadida, observo que para un mismo mes, la segunda fecha y la tercera se calculan  sumando 16 a la anterior (16 = 24). Es decir, 39 = 23 +16; 55 = 39 +16.

Como ves,estas fechas son la caña. Estas fechas... ¡SON LA POTENCIA (de 2)! ¡DATE UNA DATE TIPO FECHA SINE DIE! Te la mereces (decía el sastre).

Además, el año Eleven nos dejó fechas memorables como la del 11 de febrero (capicúa), el in crescendo del día 9 del 10 del 11, el 20.10.2011, el 20.11-2011, etc.

Pero me quedo con el mensaje inicial de superación que nos trajo el año Eleven. Y ahora, me gustaría saber qué mensaje trae para ti el año bautizado como 2012 (dos mil doce, MMXII). Seguro que es interesantísimo. Me gustaría saber qué mensaje trae para ti este nuevo año. Insisto, por favor. Feliz Año. ¡¡Feliz Tú (2)!! y...

¡Hasta el 21 de febrero (algunos)! ¡Hasta el 20 de diciembre (otros)!

20 de octubre de 2011

EL HOY AL AYER

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Cada vez me gustan más las dedicatorias. Y aunque el ayer y la historia no existen, o no existan, me gustaría dejar constancia aunque sea rancia en este, tu blog, de un delicado pensamiento dedicado al pasado

Me gustaría dedicar el día de hoy, al curso pasado. Al académico, me refiero. Dedico el Hoy, 20 de octubre de 2011, al Ayer. Que fue un buen curso. Un gran curso. El 2010-2011.

Y dejemos que los cursos sigan su curso. Dejemos que las fechas sigan su flecha.
 
Te lo dedico.




3 de septiembre de 2011

Un Pequieñísimo Aciercamento al Zien

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Hoy me ha dado por navegar por Google Imágenes, Google Images, y he acabado dando un paseo tranquilo por la orillita, pisando arena las más veces, pisando piedrecitas las menos, pisando piedrotas las más menos. Un paseo super tranquilo, de esos que no te paras a decidir cada uno de tus pasos ni la ecuación de tu trayectoria inmediata, ni siquiera visualizar el dibujo que dejarán tras de ti tus huellas. Tal es así, que ha sido de esas veces que no te importa en absoluto que te llegue una oleada fría repentina y te moje hasta el tobillo del vecino.
Me ha dado por mirar fijamente a los ojos a las imágenes de piedras que iba dejando bajo mis pies, y las de los alrededores. He visto piedras muy bonitas ciertamente, créeme, y las he dejado atrás sin pena ni gloria. Las grandotas resaltan mucho, por el contraste con las pequeñuelas, y son las que normalmente recojo, para que me acompañen durante un rato. Pero hoy me ha dado por no cogerlas. No me decido a coger ninguna. Es más, decido no cogerlas.
Muy feliz andaba yo por entre las imágenes, cuando mis planes cambiaron. De repente mi vista se centra en una piedra marrón irregular, más bien del montón, que resalta por ser nada resultona, sólo por su tamaño relativo, pero que en valores absolutos tampoco es que sea muy grande (la verdad sea dicha). Habiendo dejado atrás innumerables imágenes más bellas que esta, veo como ciento digo siento el impulso necesario para hacer el esfuerzo de parar la inercia del paseo, doblar las rodillas, inclinar un poco el espinazo, establecer una posición de equilibrio estático, alargar el brazo ¡y coger la piedra! (¡aplausos, por favor!). ¡Me decido por ella, y la cojo! ¡La escojo! La elijo, como el hijo de vecino, y más ancho que pancho, prosigo mi paseo, ni guapo ni feo.

Reflexiono. Intento no reflexionar, porque ya bastante me he flexionado para coger esta piedra tan vulgar. 
Mientras una ola más larga de la cuenta me sorprende, y los edificios dejan que el Sol vuelva a iluminar mis pies, me ha dado por reconsiderar todo el proceso.


¿Qué mágico y maravilloso poder tiene esta vulgar piedra, que me ha elegido para que la coja, para que la escoja?  ¿Por qué me ha escogido?

¿Por qué se ha decidido ella por mí, y me ha influido tanto?


29 de agosto de 2011

Como pez en el aire

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Estoy sentado, mirando al mar directamente a los ojos. Pienso que muy muy al fondo, en donde nacen las olas y el propio horizonte no sabe si es cielo o es mar, debe haber una vida marina muy agitada que desde mi posición es imposible ver, siquiera imaginar.

Estoy tan absorto como puedo, y escucho a una mamá que le dice a su hija pequeña que no se meta en el agua que hay olas muy altas. Mientras la niña se vuelve e inicia un intento de réplica a su madre, un pez de cierto porte da un salto bastante pronunciado, saliendo del agua, para volver a entrar en ella con bello carpado con doble tirabuzón que es el deleite de los que miramos al mar. - ¡Anda, Virginia! ¡Te lo has perdido! ¡Un pez grandísimo ha dado un salto y ha salido del agua! - escucho cómo le dice la mamá a su niña. Recuerdo aquel documental que vi aquel día, que decía que cuando todo cambie en el planeta que llamamos Tierra (Earth/Terre/Urantia), incluso después del planeta de los simios, cuando El Hombre sea el combustible fósil de futurísimas generaciones, los animales voladores que poblarán este planeta serán los evolucionados a partir de los llamados peces voladores, que cada vez darán saltos mayores ... hasta que vuelen.

Nosotros, que nos desenvolvemos en tierra firme, decimos cosas como no te metas pa lo hondo, Yonatan, o Salte ya del agua que tienes los labios morados, los dedos arrugados y un ojo al lado del otro. Claro. Nuestra atmósfera ambiente es el aire. En él nos desplazamos, somos y estamos. Al cambiar de medio, del aire al agua, decimos "meternos en el agua" y viceversa.

Reflexiono.

Le digo mentalmente a la mamá de Virginia "no, el pez ha salido del agua relativamente. En realidad ha entrado en el aire". Imagino a la mamá del pescaíto saltarín pidiéndole que no se meta en el aire muy a lo hondo, que hay frentes del sáhara, que hay levante, o que hay terral. Imagino al pez saltarín sintiendo lo que yo cuando buceo, y tengo en mente el volver al aire para sentirme bien y tranquilo.

El medio natural del pez es el agua del mar. Por tanto, desde su punto de vista, al pasar al aire, está entrando en él, se está metiendo en el aire, su medio extraño. Cuando cae al agua tras su pequeño vuelo sin motor conteniendo su respiración, está saliendo del aire.

Ahora comprendo que he estado un tiempo como pez en el aire. Pero llega un momento en que debes tomar conciencia de manera inconsciente de que simplemente tienes que dejarte caer y sumergirte en tu medio natural. Y respirar.

24 de agosto de 2011

De la Tierra a la Luna pasando por el Sol de la Roja

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Y EL SUPEREGO MEDIOAMBIENTAL

Lo del cambio climático es preocupante. ¿Verdad? El sobrecalentamiento al que estamos los humanos sometiendo al Planeta que llamamos Tierra, debido principalmente a las emisiones industriales de CO2, de C3PO y R2D2. Somos malos, muy malos. Por tratar así a la Madre Tierra, a la Amable Atmósfera, a la Tierna Agua. No demostramos nada de respeto por el sitio que nos da cobijo, ni por el lugar que nos permite poner nuestros pies sobre él, ni por el espacio (¿tridimensional?) que nos da existencia. Somos malos e irrespetuosos hasta el extremo. Tanto, que nos creemos dueños de los metros cuadrados que hemos escriturado en el notario, dueños de las hectáreas y parcelas que hemos ¿limitado? con una alambrada, dueños y señores de cielo y tierra. De la tierra de la Tierra ¡y de los espacios aéreos! ¡Hasta de la tierra de la Luna! El primero que llegue que ponga su bandera con su fuerte brazo, ¡y ya está! ¡Mío! ¡Yo lo vi primero! Conquistado, en virtud de mi delirio de grandeza y del de mi cabeza. ¡Cabeza!

No negaré que el cambio climático, que el calentamiento global y las patas de gallo del planeta que habitamos me preocupan y me interesan sobremanera. Pero añado hoy un matiz a mi perspectiva del problema, que tiene que ver con el infantil conflicto del sitio comentado en el reflejo anterior. Tal es nuestra soberbia, que pensamos que ¡DESTRUIREMOS LA TIERRA! Hombre, si Fukushima estuviera en lo que llamaron Hispania, a lo mejor ya hubiéramos enterrado a la Tierra (¿lo pillas? qué arte tengo), pero me parece que lo que destruiremos, si acaso, es el confort (de algunos) efímero y puntual de la vida humana tal como la conocemos de unos siglos para acá. Creo, que no tenemos tanto poder, con el permiso de la energía nuclear. El exceso de preocupación me desprende cierto tufillo a soberbia humana. No es pa tanto. ¿O sí?

No nos engañemos (pienso yo), el planeta que llamamos Tierra evolucionará, cambiará, si me apuras se adaptará a las acciones inhumanas de los humanos. Al fin y al cabo cañaveral, sobrevivirá. El planeta que habitamos, seguirá, como siguió tras los brusquísimos cambios climáticos que suponen las glaciaciones, los leñazos de meteoritos, las vueltas y vueltas día y noche. El Hombre, como los dinosaurios, problamente esté de paso aquí. El cambio climático provocado por la acción del hombre, provocará nuevos cambios. Nada más, y nada menos.

El Sol, ese que nace diariamente por oriente, dirá cuándo es hora (¿hora?) de cambiar de escenario cuando se convierta en gigante roja, como nuestra flamante campeona del ¿mundo?

18 de agosto de 2011

GRACIAS, SITIO

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Perdone, señor, está usted en mi sitio.
Oiga, ese es mi sitio.
¿Sí tío?
Oiga, haga el favor de salir de mi propiedad o lo escopeto.
¡Fuera de mi feudo!
Mis dominios llegan hasta donde no alcanza la vista.
Bueno, ¿se quita usted, amable caballero, de mi sitio... ¡O TE PARTO LA CARA!

Me resulta muy curioso cómo cuando estamos en un sitio, pensamos que lo poseemos. El hecho de pisar con los pies o posar las posaderas en un lugar, nos hace pensar que somos sus dueños, aunque sólo sea por un momento, mientras dure el espectáculo, mientras no me levante y me vaya a Sevilla, o mientras no ande. ¡Ay, qué soberbia más soberbia! Y puestos así, me pregunto ¿por qué poner un límite a esa soberbia posesión? ¿Por qué nos contentamos con el escueto 1/2 metro cuadrado bajo nuestros pies, o con la silla que sustenta nuestro culo? ¡Extendamos nuestra soberbia posesión! ¡Sin límites! Ummmm ¡Todo es mío! ¡Ea!

Este fin de párrafo tan infantil no es casual. El problema del sitio lo arrastramos desde niños:
buaaaaa, quítate de ahí, buaaaa Pepito se ha puesto en mi sitioooooo buaaaaa. ¡Este es MI sitio!

Con los niños se resuelve fácil este conflicto. Observo que observan con intuitiva rapidez y con clara claridad el absurdo de su postura ante preguntas como ¿te vas a llevar el sitio a casa luego? ¿el sitio no estaba ahí antes de que tú llegaras? Sí. Es el sitio el que nos deja estar, y no al revés. Así lo veo yo, como lo han visto antes que yo millones de personas.

Cuando uno se aferra al sitio en el que está, proclamándolo como suyo con soberbio orgullo, ¿no es el sitio el que lo esclaviza y lo posee, y no al revés?

Propongo un reflejo en el (maldito) cristal, como otros muchos lo hicieron de manera brillante (con arroz, de oriente) antes, mucho antes. Propongo iniciar una relación distinta con el suelo que te sustenta, con el espacio en el que te encuentras, con el aire que te envuelve y con la fuerza que te une al suelo. Propongo no alimentar la idea de vencerlos, diciendo que los poseemos. Propongo agradecerles su amable compañía, incluso su cortés permiso para estar. Propongo no decir más eh, este es mi sitio. Propongo pensar eh, ahí estuve yo antes, espero que él también disfrute de ese sitio. Propongo no respetar los sitios, sino más que eso. Sí, tío. Propongo decir Gracias, sitio. Porque después de nosotros, otros vendrán. Porque antes que nosotros, otros estuvieron. Porque antes que nosotros, otros estarán (¿?).

2 de abril de 2011

EL AURA DE LAURA Y ESE DON QUE DAN

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Esta es la no historia de ella, de Laura. Ahora mismo, yo estoy viviendo su no historia. Porque su historia se está escribiendo a 3 kilómetros y medio de aquí, entre bailes y cantes, entre amigos y sangresdetusangre, entre presentes y ausentes, entre yins y yangs. Ni yo ni mi yin podemos estar en su historia hoy.

La vida y su contraria, han preferido que me encuentre en otro sitio. Pero hoy yo -de nuevo- no soy el protagonista. La protagonista es ella, que es yin, y su yang salvador.

Dos de abril de dos mil once. Triana, seis de la tarde. Un viento suave y apacible, un hálito, un aliento, un soplo de primavera despierta a la abuela Santa Ana, la de la nana, que siente llegar eL aura de la más laureada de las novias, envuelta en pétalos de azahar entre naranjos en flor, que saludan (Ossu) a los cerezos de Japón. Entre las nubes, invitadas de excepción, se escapa un rayo de luz que entra por las altas vidrieras, y con los ojos vidriosos de la imaginación, yo también la veo llegar. Alta, elegante, morena, sevillana, árabe, india, trianera, guapa. Muy guapa. Segura e insegura. Alegre. Bondadosa, pero aun algo desconfiada, más bien temerosa. Parece estar cantando al son de Martirio aquello de estoy atacá, estoy atacáaaaaaaa.

Hoy, que es su día Grande, sobre todo pienso en eL Aura de Laura. Pienso en esa gracia especial con que el Universo la premió al nacer (quién sabe si antes), para ver a su alrededor y en la calle la pureza de corazón, la blancura de espíritu, la nobleza en la mirada. Para identificarla, apreciarla, buscarla y ganarla. Entre muchas de sus habilidades y dones, es este el que más me fascina. Supongo que es también mérito suyo, pues hay quien no aprovecha el regalo que se le da, y dejan a la sombra ese Don que dan.

Creo, que ni ella sabe de ese don, como don Quijote no sabía del suyo o no lo supo Sansón . A ella la eleva, y se lo hemos de agradecer, por compartirlo con todos. Y entonces eL Aura es más que Laura. Tanto que no hay otra más Laurísima que ella misma.

Dicen algunos trianeros antiguos que de don nada de nada. Que el Aura de Laura tiene un truco: resulta (dicen) que lleva consigo un ejemplar de la nube kinton. Sólo quien se sube en ella podrá acompañarla. "¡Así cualquiera!" dicen las excusas antiguas.

Dos de abril de dos mil once. Hoy están en las nubes. Hoy se han subido a la Nube (por eso estaba nublado, porque eran los invitados por parte de ella) los dos: el Aura y su Salvador. Y pasarán los años y ahí seguirán.

Que la vida os bendiga con muchos dones a quien darles su primer danone, y que al son de ese don que dan se blanquee todo tu Aura, y el suyo, para siempre. Y si puede ser que blanquee también los karategis, que falta nos hace.

DIOS SALVE A LAURA. DIOS LAUREE A SALVI.
¡VIVAN LOS NOVIOS! ¡VIVAN LAS NOVIAS!

OLE TÚ. (Y vamos a dejar el tabaco ya, ein).


8 de enero de 2011

¿LEY ANTI TABACO?

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Dejémonos, en primer lugar, de malos humos para leer este poste, por el momento último ladrillo (no cigarrillo) de este blog, que nació allá por el 24 de febrero de 2005, ya entonces pidiendo que no se fumase aquí, en este blog. Al poco tiempo, al llegar el año 2006, se aplicó en España una pésima ley. Fue la llamada entonces ley antitabaco, que como digo fue pésima por lo corta que se quedaba, y los huecos que dejaba a la trampa y a la poca vergüenza.

El pasado 2 de enero de 2011, dicen que se ha empezado a aplicar en España una ley: la actual ley anti-tabaco. Estooooo... ¿anti tabaco? Bueno, bueno. Por resumir está bien decirlo así, pero es un título muy incorrecto. ¡No se trata de una ley anti-nada, puñetas! Se trata, y ahora me voy a poner serio, de una ley, que COMO TODAS, obedece (así debiera ser) al fin de PRESERVAR LOS DERECHOS DE TODOS. DE-TO-DOS. Y el derecho a la salud de cada uno de nosotros NO ES MOCO DE PAVO ni es salmón ahumado.

Y dejémonos de patrañas y cuentos del tres al cuarto, y dejémonos de victimismos y de imbecilidades pseudoprogres. Pues una imbecilidad es una imbecilidad, la diga quien la diga, ni aunque se llame Pérez ni aunque se llame Reverte.

Lamento profundamente que los adictos a estas sustancias nocivas que llamamos tabaco no vean más allá de sus boquillas. Lo lamento profundamente, de veras. ¿Por qué repetimos hasta la saciedad el famoso aserto "tu libertad termina donde empieza la mía", o su otra versión "mis derechos terminan donde empiezan los tuyos", y después somos absolutamente incapaces de aplicarlos con madurez? ¿Por qué tantos se sienten tan perseguidos y huyen tan a lo loco que no se dan cuenta de que ME ESTÁN EMPUJANDO?

¿Por los controladores aéreos han sido unos delincuentes que provocan alarmas que suenan de madrugada, y en cambio en los medios se presentan como héroes valientes a los delincuentes (incumplen la ley, sí) que desafían la nueva ley permitiendo fumar en sus restaurantes a boca llena (aaaaaah qué rico este calamar en su propio alquitrán....ummmmm)?

Y ojo, que yo creo que esta ley se queda muy corta. En muchas playas de USA se preserva el derecho de los ciudadanos a disfrutar de un tiempo al aire libre, y por lo tanto no se puede fumar.

En resumen, permíteme decir con contundencia que NO EXISTE LEY ANTI TABACO. Lo que existe es mi derecho a no fumar. Y el derecho de todos a cuidar de nuestros hijos. Te puedes poner como te quieras poner. NO EXISTE LEY ANTI TÚ. No lo olvides.

13 de agosto de 2010

Los Magos Copa y Nali

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ENTRE EL CUENTO, EL SUEÑO Y EL TRUCO

Hoy es un día especial. Para bien o para mal, pero especial. Hoy es uno de esos días en los que cada respiración te resulta novedosa, o puede que unos simples parpadeos te resulten misteriosos. En definitiva, hay algo a tu alrededor o en ti que te dice que hoy es un día especial. Hoy es un día tan especial que él mismo no quiere destacar de entre los demás días, y espera pasar -en cierto modo- desapercibido. Inmerso en estos pensamientos, me despierto. Son las 2:30 de la madrugada. Debo haber dormido una hora y media, pero parece ser suficiente. Aun así, no me levanto de la cama. Espero, como el que espera el pitido inicial de un árbitro, a que suene una alarma personal, un llanto cercano o algún tipo de sonido que me obligue a levantarme, y ya aprovecho y escribo esta reflexión.

En uno de estos parpardeos tan misteriosos me doy cuenta de que algo en la muela del juicio, la de la izquierda (mi izquierda) de la mandíbula superior, ha sobrevivido al cepillado, y me está creando problemas. Se me está agolpando un poco de sangre en la encía, y me duele. Debe haber sido la cola de toro - o el rabo de toro, como aquí le dicen. Será eso lo que no me deja seguir durmiendo... Sí, eso será.

Vuelvo a parpadear, misteriosamente, y de repente no estoy donde estoy sino que estoy donde he estado. Me debo haber quedado dormido, y esto es un sueño. Dicen que los sueños, aunque parezcan algunos larguísimos y enrevesados, no duran más que instantes en nuestro cerebro. Bueno, esto no me quita el sueño, puedo comprender que, como si de una película en mpeg se tratase, o en .avi o cualquier otro formato, que dura t minutos, en realidad almacenada en el disco duro del ordenador ni dura ni deja de durar, puesto que no se está reproduciendo. Simplemente ocupa un espacio de memoria. Pues con los sueños debe suceder igual, pero en el cerebro.

Estoy en Sevilla, en el barrio de Triana, en la calle San Jacinto en su cruce con la calle Esperanza de Triana, que antes se llamaba Avenida José María Martínez Sánchez Arjona, aunque todo el mundo la conocía por Sánchez Arjona, a secas. Concretamente estoy en la esquina de Ecojoya, donde algunas pandillas de amiguetes quedan en encontrarse para ir, por ejemplo, a la Feria de Abril, o a tomar un helado en Verdú, o participar de la movida alternativa en el campo de deportes de los Salesianos de Triana. Estoy mirando -como dicen los muy trianeros- a Sevilla. Es decir, estoy mirando dirección (debería decir "sentido") Puente de Triana. Y ya no puedo parpadear.

Veo una escena a lo lejos que me resulta muy familiar. Veo acercarse a una pareja entre un flujo continuo de doble sentido de gente que va y viene. Bueno, veo a dos personas andando casi juntas. No sabría decir a esta distancia si son pareja. Los andares, incluso las siluetas monocromas, me resultan familiares, como les ocurre a muchos muchos del barrio. Se van aproximando y sí, podemos llamarles pareja. Son una mujer y un hombre, un par de tipos, ella y él, muy peculiares, y es frecuente verlos de esta forma por estos lugares. No hay nada de extraño. Les observo desde la distancia. Con esa distancia que te permiten a veces los sueños. Se van acercando y ya los veo claramente. Él, que presenta una ligera cojera, lleva bigote y cierto tipo de calva. De esas calvas que no parecen serlo. Esas calvas que impiden decir que fulanito o menganito es calvo, porque no estás del todo seguro de que lo sea. Porta en su mano izquierda una pequeña bolsa en la que hay un libro de poemas de Mario Benedetti (El Amor, las Mujeres y la Vida), y otra bolsa dentro con una cajita espigada que lleva una botella de ron Matusalem. Al parecer forman parte estos objetos de un regalo de boda. De una boda a la que no asisten como invitados. Ya he dicho que son unas personas muy peculiares. En la cabeza, lleva un montón de fotos del Barrio León (su barrio), fotos antiguas que está deseando comentar con los vecinos, y multitud de pensamientos positivos y recuerdos. Casi no le caben. Viste ropa normal. Absolutamente normal. Tan normal, que aunque es mi sueño, no consigo poder describirla. Es... normal. A su lado, como si con ella no fuera la cosa, anda al mismo ritmo, un poco más asfixiada que él, ella. Masca chicle con contundencia (quizá por eso va algo asfixiada), lleva el pelo muy corto, entre rubio y canoso, y ropa muy cómoda. Ropa normal. Tampoco sé concretar, salvo que lleva pantalón amplio y camiseta, y encima de la camiseta una camisa abierta. LLeva en su cabeza a sus tres hijos, a los que ella y él han dado lo mejor, cada uno a su estilo y dejándolos ser (que es lo más difícil, dicen), y a todo el barrio. LLeva puestos unos auriculares de esos que se introducen totalmente en la oreja. Parece, desde mi posición, que ella lleva un auricular en su oreja izquierda y él lleva el otro correspondiente en su oreja derecha. Este detalle me hace observar que él y ella están conectados por algo mucho más fuerte que un apretón de manos. Llevan andares casi independientes, individuales, pero proyectan su realidad como robusta pareja, quizás por ese halo que los envuelve a los dos, aprovechando que en los sueños se ven (los halos) con muchísima más facilidad que a las claras del día.

Se acaban de cruzar con un tipo que también llama mi atención. Este tipo (de espaldas puedo decir que está bastante gordote), al cruzarse con ellos, se para, y piensa. Yo, que en mis sueños me manejo mejor que quiero, leo su pensamiento, para decubrir que se trata de un psicólogo argentino (famoso) escritor de (principalmente) cuentos, y que acaba de recibir un flash de inspiración para describir sus ideas sobre la pareja. Se dice a sí mismo: "ve, Jorge, esta es essactamente la imagen que debés describir en el libro, en la metáfora de los Carruajes". Se ve que ha recibido el don de la inspiración para su libro "El camino del encuentro".

Vuelvo a enfocar a la pareja, que sigue acercándose. No parpadeo, ahora conscientemente, para no perderme detalle. Viéndolos de cerca, así en conjunto, con sus ropas normales de paseo, dan la imagen de ser pretendidamente personas corrientes, y en el fondo son -todavía- unos hippies. Unos hippies muy peculiares. Llevan un paso seguro, firme y suave al mismo tiempo, y dentro de sus individualidades, es mágico contemplar cómo avanzan totalmente sincronizados, confiados de que al lado va Su Otra Parte. Se ve que han vivido mucho, más de lo que dictan sus edades medioavanzadas. Proyectan, si uno se para a mirarlos, esa sensación que transmiten los que han entendido a la perfección de qué va esto de la vida en la Tierra, con el añadido de que ellos han sabido adaptar esa sabiduría al momento que les ha tocado vivir en la Historia de la Humanidad. Ese tipo de sabiduría que transforma a los seres peculiares en seres especiales, y a los seres pretendidamente corrientes en seres extraordinarios. Ese tipo de sabiduría requiere estar bien pero que bien dotado de humildad, y ellos lo están. Aprovechan esta circunstancia, los muy cucos, para pasar desapercibidos por las calles de Sevilla. A estas alturas, ya sé quiénes son: son Copa y Nali.

Ya no puedo más. Me escuecen los ojos. Parpadeo. Y ¿cómo? No entiendo. De repente él no está. Las ropas de ellas son similares a las no descritas anteriormente. No sé concretarte más, pero sé que son distintas. Ella va caminando sola, y ya está casi a mi altura, en la esquina de ecojoya. Lleva puesto un auricular en la oreja izquierda, y el otro va colgando del transistor. Va llorando, pero solo por un ojo. El otro va atento a todo lo que ocurre, por si hay que "arremangarse" y echar una mano con algo. Va triste, pero no. Va sola, pero no. Transmite la certeza de una conexión espacio-temporal que va mucho más allá de las parejas que pasean cogidos de la mano. Eso reconforta un poco, pero me siento, no obstante, muy extraño y extrañado, así que parpadeo.

Menos mal. Ahí están los dos, dejando atrás la puerta del IES Triana, la que da a la calle San Jacinto, acercándose a mi posición, que sigue distante, observadora. Sus ropas son las de antes. Respiro profundamente y, aliviado, parpadeo. Él ha vuelto a desaparecer.

Parpadeo, y me quedo dormido. Sueño dentro del sueño con una reunión de despedida en la que todos van de blanco. Alguien está hablando en voz alta, recordando "la suerte que tuvo al tener la oportunidad de despedirse...". Otra persona al oir esto comenta en voz baja que "ya hay que tener entereza y estar preparado para afrontar una despedida como la que a él le tocó vivir...". Curiosamente, en la reunión de despedida, ¡está presente el que se marchó! Todo está muy iluminado. Muy iluminado.

Termina bruscamente esta ensoñación, y me despierto dentro del sueño, pero ya no quiero abrir los ojos, y los dejo cerrados. No sé si ha pasado mucho tiempo o ha sido tan solo un instante, pero poco importa. Mantengo los ojos bien cerrados, y así recibo la inspiración, como le sucedió al escritor argentino (¿he dicho que llevaba perilla?), y veo con transparencia y rotundidad que esta pareja ¡son una pareja de magos! Ahora entiendo algunas cosas. Claro. Él lo mismo está que no está, pero sólo se trata de un truco. Y entiendo que él pasa de estar a no estar, como en los trucos de magia, aprovechando un descuido de la audiencia, del público. ¡Aprovechando los parpadeos! Por eso ya no abro los ojos. Imagino que él, Copa, sigue ahí, al lado de Nali, esperando que termine mi parpadeo para hacer su truco. Pero yo, que me he dado cuenta del percal, mantengo los ojos cerrados y empiezo a sonreír tímidamente.

Con los ojos cerrados, los siento pasar a los dos cerca de mí. Tan cerca que se puede intuir la musiquilla que suena en los auriculares que parecen compartir, pero no tanto como para estar seguro de qué canción es. Así que no lo digo, por si me equivoco.

Con los ojos cerrados, imagino cómo siguen su camino, juntos. Y así, con los ojos cerrados, en mitad de un truco de magia, decido ir detrás de ellos. No hay peligro, porque sé a dónde van, y conozco bien el camino. Lo he recorrido tantas veces que "lo podría hacer con los ojos cerrados", pensé yo alguna vez. Así que ahora es el momento de demostrarlo. Voy andando pensando en dejarlo (a Copa) un poco encerrado en los parpadeos. Bueno, será como un pequeño truco también... Recorremos el tramo que queda de la calle San Jacinto a la Plaza de San Martín de Porres, atravesando la multitud que suele haber delante de la esquina de Giko's, donde está ahora Polvillo y una oficia de la Seguridad Social. Empezamos a oler los naranjos del barrio, llegando ya a Álvar Núñez, pasamos la confitería Lola y Flores May, y giramos en la calle Barbacana, antes del tramo donde está el estanco, entrando ya de lleno en el Barrio León. En la esquina de la farmacia giramos por Dolores León, no hacia la Avenida de Coria, donde está el bar Casimiro, sino para el otro lado, hacia la barriada Los Ángeles. A mitad de tramo, me paro justo en la puerta donde imagino que han entrado los dos. Hay una leyenda barriera acerca de este tramo de la calle, que dice que cuando la hicieron, este tramo -como en los cuentos de Asterix y Obelix- se cayó en la marmita de la Solidaridad, y por eso son como son los que allí viven. En el centro de este tramo solidario de la calle estoy, con los ojos cerrados. Lo he conseguido. Ahora se escucha la canción que antes intuía, perfectamente, pues suena en la radio de la casa. ¡Acerté! Era "Gimme hope, Johanna", aunque parece estar cantada por un Angelito. No sé, cosas de los sueños y los trucos de magia.

Me quedo, respirando el aroma del barrio, mezcla de la flor del naranjo y la solidaridad que se respira, escuchando con los ojos cerrados, cuando...

Por fin suena la esperada alarma personal, esta vez vestida de llanto suave, cuando son las 4:29 de este día tan especial. Termino mi parpardeo, me levanto y escribo, pero no una reflexión, sino más bien una descripción. Esta, que así acaba, con todo el cariño:

En los peores momentos, simplemente, si quieres, cierra los ojos. Y recuerda, si quieres, que quienes ya no están sí que están en cada parpardeo. No los podemos ver, porque tenemos los ojos cerrados. Pero ahí estarán. Sólo es un truco. Como Copa, que ahí está, y ahí seguirá.

Ya no me duele la muela.

10/08/2010 6:54 A.M. Carlos Reina.

19 de enero de 2010

AY DE TI, HAITÍ

3 postillas
VAYAN POR DELANTE MIS CONDOLENCIAS, MI SOLIDARIDAD Y MI PENA POR LOS FALLECIDOS Y DAMNIFICADOS POR EL TERRORÍFICO TERREMOTO QUE HA DESTROZADO HAITÍ. HE AQUÍ MI LAZO ROJO Y AMARILLO. PERO, POR OTRO LADO, REFLEXIONO, PASADOS UNOS DÍAS DESDE EL TERRIBLE SEÍSMO, SOBRE ALGUNOS ASPECTOS QUE ESTAMOS PRESENCIANDO DESDE EL OTRO LADO DE LA DESGRACIA. Y ES QUE TIENE GRACIA. AHORA TODO EL MUNDO SABÍA (DESDE QUE ERA PEQUEÑITO) QUE HAITÍ ERA EL PAÍS MÁS POBRE DE NUESTRO MUNDO, O UNO DE LOS MÁS POBRES. AHORA TODOS FINGIMOS QUE LO SABÍAMOS Y PODEMOS LOCALIZARLA EN EL GLOBO TERRÁQUEO. MENUDO PLAN.

CIERTAMENTE, LO OCURRIDO NO TIENE PARANGÓN. TAN BRUTAL HA SIDO, QUE YA APARECE EN WIKIPEDIA COMO EJEMPLO DE TERREMOTO DE ALTA INTENSIDAD. Y ES QUE LA MAGNITUD DEL TERREMOTO (7 GRADOS EN LA ESCALA LOGARÍTMICA PROPUESTA POR RICHTER) DEL PASADO 12 DE ENERO HA SIDO ESO, BRUTAL. DAN GANAS DE LLORAR.

ME ACUERDO ESPECIALMENTE DE LA ASOCIACIÓN FAMILIAS SIN FRONTERAS POR LA INFANCIA (Visítala y colabora, si puedes), QUE TRABAJA HABITUALMENTE ECHANDO UNA MANO AMIGA EN ESTAS TIERRAS, AHORA TAN MOVIDAS.

PERO AY DE TI, Y DE MÍ, SI ESTO SIGUE ASÍ. INUNDAR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN CON LAS DESGRACIAS AL DETALLE, LOS PORMENORES DE CADA RESCATE O DE CADA RESCATE FALLIDO, LOS ALTERCADOS, LA HAMBRUNA, EL CAOS, LA SANGRE, LOS HERIDOS, LOS MUERTOS, LOS MORIBUNDOS, LOS INSALVABLES, ETC, ETC... ES YA MUCHA TELA. ESA TELA ES HARINA DE OTRO TELAR. HARINA INNECESARIA, PARA REBOZAR CADA TELEDIARIO, CADA NOTICIERO, CADA ESPACIO.

¿ADONDE NOS LLEVA TANTA INFORMACIÓN (?) SOBRE LAS PENURIAS, SOBRE LOS SAQUEOS, SOBRE EL MAL ESTADO DE ESTO Y AQUELLO? A NINGÚN LADO. A NINGÚN LADO. QUIEN TENGA LA OPORTUNIDAD Y LA POSIBILIDAD, QUE COLABORE, QUE PRESTE SU MANO O DÉ SU DINERO. PERO BASTA. AY DE TI, HAITÍ, SI ESTO SIGUE ASÍ.


11 de enero de 2010

El Gato de Schrödinger y el sexo

7 postillas
o El Bebé de Schrödinger.

Existe un experimento imaginario en mecánica cuántica, muy muy famoso y conocido, si bien quizás no del todo bien entendido. Se denomina El Gato de Schrödinger. El señor Erwin Schrödinger, es fundamentalmente aplaudido por haber desarrollado la ecuación que lleva su nombre (causalidades de la vida), trabajo que le llevó a obtener el premio nobel de Física en mil novecientos treinta y tres (1933, para los de ciencias), y que para entendernos, diríamos que esta ecuación es la equivalente a la segunda ley de Newton, aquello de fuerza igual a masa por aceleración, F = m·a. , solo que tiene algo más de guasa:


Este señor, además escribió una obra de biología, titulada ¿Qué es la vida?, y que tuve el placer de leer hace tiempo, gracias al "préstamo" de ese libro por parte de un tío mío. Esto me lleva a recordar aquello de que -se dice- que sólo hay un tipo de persona más tonto que el que deja un libro: el que lo devuelve.

Schröndinger, podrá pensar más de uno, es más famoso por su gato que por su ecuación, y probablemente no le falte razón. Resumidamente, te diría que el experimento imaginario que hemos llamado (sin falsa modestia) El Gato de Schrödinger (no confundir con el Perro de San Roque), trata de tener en una caja cerrada a un gato, con lo cual estamos viendo que hay gato encerrado. Dicho gato puede morir si se da cierta circunstancia, o bien puede sobrevivir si no se da. Es decir, el gato puede estar vivo o puede estar muerto. No lo sabemos. Bien, pues este experimento nos da una perspectiva sobre los estados cuánticos de sistemas físicos, porque resulta que el gato no es que esté vivo o esté muerto, es que está vivo y está muerto, con un 50% de probabilidad en cada caso. Y no, no es lo mismo. Mientras no abramos la caja, eso es así. El gato está vivo y a la misma vez está muerto. Si abrimos la caja y metemos nuestro curioso hociquillo, el sistema se decide por uno de esos estados, viéndose afectado el sistema por nuestra propia intromisión (¡cotilla!), pues mientras no mirabas, el gato se balanceaba plácidamente entre los dos estados, viviendo y haciéndose el muerto.

Ocurre, que últimamente cuando veo una barriguilla incipiente de embarazada, me acuerdo del dichoso gato, pues si bien el sexo de un feto se decide desde el momento de la concepción, desde que se supera el primer trimestre de gestación ya el sexo es observable mediante pruebas ecográficas, por no mencionar los comentarios del tipo "tiene la barriga picuda, creo que es narigón. O la tiene redondita, parece que será gordita".

Me acuerdo del famoso gato pues mientras no se sepa el sexo del feto, mientras nadie lo observe y diga si será él o ella, un minitú o un miniyó, mientras eso no ocurra, el pequeñín es ambas cosas: es pequeñín y es pequeñina. Las dos cosas. Y eso es un lujazo. Tener un futuro bebé, que es un niño y una niña a la vez, con un estado de probabilidad del 50% para cada estado, es un lujo cuántico. Por eso da un poco de penita que lleguen y te abran la caja, y vean si el gato está vivo, muerto, o estaba de parranda.

A todas las embarazadas que estén deseando saber el sexo de su churumbel, les digo que disfruten del momento único de tener el bebé de Schrödinger en sus entrañas. Ese momento es único y mágico. Ya habrá tiempo para abrir la caja, y una vez abierta, abierta se queda.


Moraleja apócrifa: los cotillas mataron al gato.

2 de octubre de 2009

LA ETAPA REINA

47 postillas
Yo hice la comunión en los Salesianos cuando hice 9 años. Curiosamente, al año siguiente, alguien decidió que a esa edad se era demasiado inmaduro o algo por estilo, y subieron la edad a 10. Bueno, no me lo tomé a mal entonces ni me lo tomo mal ahora. Ellos sabrán.

Desde el 2 de marzo del 2001 a hoy, 2 de octubre de 2009 han pasado muchas cosas. Demasiadas vistas desde unas perspectivas, y demasiado pocas, vistas desde enfrente. Pero llover, ha llovido. Eso es indudable. Se cumplen 8 años y medio. Exactamente ese tiempo. 8 años y 6 meses. Justos. Justo a medio año de entrar en edad de comulgar, podríamos pensar. Así que bueno, supongo que cada cosa tiene su momento, y se ve que ha llegado la hora del cambio. Lo sé. Se trata del final de una etapa, la etapa Reina (...mis ganas... ¬_¬ *) . Mi infancia como trabajador toca a su fin. Es hora de madurar (no te rías, ome).

Este poste está escrito para ti, que me conociste a lo largo de estos 8 años y medio, por aquí en medio. Sé que no todos los invitados vendrán (como en las bodas), y que de los que venís, pocos me dedicaréis unas palabras de réplica/contestación a modo de postilla. Lo asumo, aunque deseo que escribas algo, aunque sólo sea tu nombre. Yo, que te aprecio, lo agradeceré. Mucho.

No sé muy bien qué decirte. De verdad. Te cuento, por ejemplo, que afortunadamente no me voy huyendo de nada, de nadie ni tan siquiera de algo. Afortunadamente el cambio es provocado por una más fuerte atracción del imán destino. No obstante, no todo ha sido bueno, claro que no. Ni todo ha sido malo, claro que tampoco. Y aunque sé muy bien qué ha sido lo bueno y qué ha sido lo malo, me ahorraré el dejarlo sobre este (maldito) cristal, que debe quedar tan limpio como sea posible.

Te pido que disculpes mi discreción o secretismo respecto a este cambio de aires. Debes saber que me hubiera encantado charlarlo contigo pausadamente, pero es complicado. He tratado de alargar el triste momento de la despedida, y aquí estamos. Ahora, y de esta manera, que no sé si te gustará más o menos, pero es la mía.

Me voy. Algo cansado, pero ilusionado. Tremendamente ilusionado. Me voy, agradecido y contento por haberte conocido. Realmente el trabajo de RRHH es brillante a la hora de seleccionar al personal (¡qué buenos somos todos! sobre todo yo, ¿no?) - la mejora debe sufrirla el trato posterior y la gestión - pues en todos los proyectos, en todos los edificios, en todos los ambientes, he estado rodeado de gente fantástica (la mujer invisible, Mr. fantástico, antorcha humana y la cosa, entre otros). Fantástica de verdad. Fantástica, pero de verdad. Recuerda siempre que somos personas, y como tales debemos tratarnos: humanamente; cercanamente.

Nada más. Fue un auténtico placer. El placer es mío. Gracias. Te lo agradezco. Jojojo. Bueno, sin más enredos, simplemente espero que si no sabes aun dónde encontrarme, creo que ahora sí lo sabrás. Quien quiera, ahí me tiene.

Me voy. Qué lástima, pero adiós.

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*siempre he querido usar esos símbolos, puñeta. Por fin lo hago

1 de octubre de 2009

BOLSA CACA. CACA TÚ

1 postillas
Desde hace unos días, venimos asistiendo forzosa y forzadamente a la operación siéntete culpable, o la operación mierda pa ti, como a mí me gusta llamarla. Estamos siendo testigos de excepción de cómo se está criminalizando a ese útil objeto continente que útilmente utilizamos para el contenido de la compra.

Sí. Estamos presenciando la ejecución de la sentencia que dicta que las bolsas de plásticos son las malas malísimas de la película. Lamentablemente, no hemos sido invitados al juicio. Yo al menos. Bolsa caca, dicen, en un alarde de buen gusto, emulando a aquellos y aquellas y estos y estas y esos y esas que orientan a sus churumbeles repitiéndoles rei-te-ra-da-men-te la asociación de ideas betis-caca, sevilla-caca, según qué barrio les pague la minuta a final de mes. Pues nada. Caca por un tubo. Ahora resulta que Bolsa caca.

Pero.

No seré yo quien diga que las bolsas de plástico son benditas bendiciones alicaídas del cielo y tierra, cuyas bondades conocen los pueblos de todas las edades. No. Ciertamente no seré yo, porque no lo creo. Al contrario, estoy aburrido de recoger en la arena de la playa, ¡incluso de dentro del mar! cienes y cienes de cientos de bolsas de plástico que algún incauto -pobrecito- deja olvidadas -por error, claro-. Me apena pensar en esas personas, cuando vayan a echar mano de esa bolsa del mercadona usada, de esa lata de cerveza vacía, de esos envoltorios y paquetes de tabaco... y vean que los han dejado olvidados en la playa. Pobres. Qué injusta es la vida. Cuando quieran volver a recoger las 8 colillas que dejaron olvidadas en la arena, no las distinguirán de las otras 200 que encontrarán a su alrededor. Menudo dramón.

Pero.

Es absolutamente simplista e injusto criminalizar al objeto, a la bolsa, de la manera que se está haciendo. Los mierdas que hay en el mundo, que no ven más allá de la mierda que tienen en el ombligo, que son muchos, son los caca. Es el uso insolidario, la falta de visión global, el brillo por su ausencia que tiene el respeto de algunos, y no la bolsa en sí, lo que es negativo y nocivo para la naturaleza. No me cuentes milongas. No las acepto. Las bolsas no piensan, no deciden, no tienen mala intención, no son asesinas de caca-túas ni de barracudas. El ser humano, artista él, sí.

Por eso te pido que seas cuidadoso al recoger las porcandas en el campo o en la playa. Y si no lo has dejado tú ahí... bueno,... recógelo también, por favor. Y si quieres, cuando escuches la famosa campaña de desprestigio en contra de las bolsas (¡qué cosas!), repite conmigo:
¿Bolsa caca? ¡Caca tú!

--postscriptum: dicen que las bolsas tardan 400 años en hacerse caca. Tararí que te vi. ¿Alguien sabe cuánto dura una colilla en la arena? Yo me hago una idea, sí... Colilla CACA

20 de julio de 2009

EL UNIVERSO GENEROSO

4 postillas
Hace ya algún tiempo, empezó a existir este Universo nuestro. Por entonces, existía todo y no existía nada. No existían los átomos (¿existen?) y el tiempo empezaba a tener sentido. Un único sentido, hacia adelante. Podía haber tomado otra decisión, pero la cosa es que empezó a avanzar en el tiempo. El Universo, este Universo nuestro, quiero decir.

Entre las cosas inmateriales a que ha dado existencia este Universo nuestro, se encuentran las Teorías deterministas, que dicen contar cómo si Alguien o Algo conociese o hubiera podido conocer las condiciones iniciales de todas las partículas que componían (¿y componen?) este Universo nuestro, lo sabría todo. Podría conocer la ubicación precisa de los núcleos atómicos y electrones que componen la materia gris de mi cerebro, podría conocer las posiciones y velocidades (ay, Heissenberg, perdóname...) de las partículas que componen los objetos (incluyendo a los seres vivos) que me han rodeado durante toda mi vida, y por lo tanto conocería con certeza cómo me influirían dichos objetos. Podría conocer la naturaleza de cada pensamiento que se generara en mi cabeza. Podría saber qué estoy pensando en cada momento. Ese Alguien o ese Algo podría haber escrito mi diario, mi biografía, mi blog, este poste, por anticipado.

¿Dónde quedan las teorías probabilísticas, el azar, la Cuántica, el rolling the dice, etc? Todas esas cosas a las que igualmente ha dado cabida este Universo nuestro, y que sin duda tendrás tú en mente en estos momentos, lo siento, pero no van tener cabida en esta reflexión, dejando para otro momento o lugar la discusión de si Alguien juega a los dados o no.

Es curioso cómo todo, absolutamente todo lo que ha ocurrido en este Universo nuestro desde su amanecer, me ha traído hoy aquí y ahora. Me hizo ser quien fui, y me ha hecho ser quien soy. Me siento profundamente agradecido a este Universo nuestro. Pues toda su historia es mi historia. Todas las causas y todos los efectos me han creado. Y a ti. Y nos hizo encontrarnos, al menos, a través de esta lectura. Me siento muy satisfecho y agradecido a Todo lo que ha ocurrido ya, y a lo que está ocurriendo ahora. Ojalá fuese todo bueno.

Ignorando esos detalles que nos hacen sufrir a veces, debo decir que le agradezco a este Universo nuestro su generosidad, por funcionar de tal manera que yo he existido en su seno, y que entre otras muchas cosas, dedico parte de mi tiempo a pensar en Él. Y cuando lo pienso, y cuando Lo pienso, siento que es muy curioso cómo toda Su existencia permite la mía*. Y es que todo lo que ha acontecido en este Universo tan generoso (y nuestro) me ha traído a mí aquí. Me ha traído a mí hasta ti. Ha traído estas palabras hasta ti. Agradezco tu generosidad, Universo. Espero saberte corresponder aprovechando esta oportunidad que me has brindado de existir. ¡Gracias por tu generosidad!

* Y viceversa: próximamente en este Blog, una reflexión al respecto.

9 de julio de 2009

Un Diáloco sin guión

4 postillas
Escúchame, compadre, tú cómo decías que te llamabas. Pon tú los signos de interrogación, que se me han olvidado. ¿Cómo dices? Que cómo te llamas. ¿Yo? No, el Guarda de la Campana. Yo me llamo Domingo. ¿Domingo? ¿Domingo por qué? Pues porque nací un martes. Ah, claro. Bueno, pues escucha. ¿Siempre vistes en plan "hola soy tu menstruación", o es casualidad? En principio siempre visto así, siempre que sea día festivo. Pues para mí todos los días son una fiesta, un regalo del cielo, un presente. Tenlo presente. Pues mejor para ti. Gracias. De tu parte. Compadre. Qué. Que esto de hablar así de corrido, sin guiones ni indicadores de a quién le toca hablar es un lío. Por la cara, no sé si estás hablando tú o si soy yo. Eso es por el narrador, que es un cachondo, seguramente. Pues seguramente, sí. Se creerá muy gracioso el muy biodefruta. A mí no me hace ni pizca de gracia. Bueno, un poco sí. Porque ahora mismo no sé si soy Domingo o no, ni si es jueves o si es hoy o ayer. Ja ja ja, me entra la risa floja. Pero muy floja, apenas se nota. ¿Tú sabes algo? ¿Yo? No, yo. ¿Quién va a ser? No sé, dijiste antes que el Guarda de la Campana. No, eso lo dijiste tú. Yo creo que no. Joder, esto es un diálogo de truchas en mal estado. Para ti más gordo. No pongas esa cara de besugo, que todavía no me has dicho tu nombre, compadre. No digas embustes, que te lo he dicho ya. No, te lo he dicho yo, que me llamaba Domingo. ¿Seguro? No, seguro no, porque esto es un lío, pero casi seguro que sí. Pues yo me llamo Hugo. Como Bruce. No, como Bruce no. Sí, porque Bruce es el Boss, ¿o no? Me parece que uno de los dos es tonto, y no soy yo. Completamente de acuerdo. Oye, ¿nunca te han dicho ¡Hugo besugo!? ¿Cuándo? Alguna vez. No sé, creo que no. Pues es raro ¿no? No lo creo, porque yo me llamo Domingo. Pues te voy a decir una cosa, desde el respeto. Mañana es domingo, se casa respingo, con una gitana, que tiene unas tetas como una campana. Eso me cantaba mi abuelo de pequeño. Qué chulo, tener un abuelo pequeño. El mío es bastante mayor. Tiene cara de abuelo y todo. Eso no es nada. Yo conozco a una pareja que se acaban de conocer, y están yendo super rápido en su relación. ¿Son pilotos de avión? No. Bueno, a lo mejor. No los conozco mucho. Pero el caso es que se están saltando pasos. Con decirte que me he enterado de que no van a tener hijos, sino que van a tener directamente nietos... Joder, qué nivel. Un nivelasso, sí. Compadre, pon un guioncito de vez en cuando antes de hablar, que no sé si tengo que seguir escuchando o me toca hablar, sabes. Lo que tú digas. Pues claro. Pues no, y bájate del carro. Voy. Ya, ahora qué. Móntate otra vez, pero calladito. Yo no veo ningún carro. ¿Te lo habrán robado? Puede ser, no te digo que no. Anoche cuando dormía. Estoy pensando que no sólo yo soy tonto. Completamente en desacuerdo. Es verdad. Adiós compadre. Y cómprame un coco. Que te lo compre tu padre, que tiene más fuerza. Cabeza. Hugo. Qué. ¡Tarugo! Joder, me has cogido. Te lo dije, que tenías cara de besugo, Domingo. ¡Domingo! Qué. No sé. ¿Cómo que no sé? No sé, tío. No me sale ninguna rima con Domingo. Con un "atríncame el pepino" te valdría, creo yo. Psé, no sé. Preferiría una rima consonante, con consonantes contantes y sonantes, acompañadas de palmas sordas. Y unas aceitunitas. Da igual, la gente no va a saber quién lo ha dicho. Pero yo sí, a mí sí me importa. Un peo pa ti. Tú tampoco te enteras, que lo sé yo, lo sabe tú y lo sabe tooooodo el barrio. Lo que tú digas. No, lo que digas tú. No, tú. Compadre. Qué. Tú no eres mi compadre, para qué contestas ni . Te has contestado tú solo, chaval, a mí me dejas. Completamente de acuerdo. Propiamente. Aquí huele peste, illo. Yo no he sido. Yo tampoco. La peste es psicológica, todo está en la mente. Pero entra por la nariz, ¿no? Creo que sí. Buffff esto apesta. Eso dicen en Umbrete. Pues a mí me gusta, huele a tortilla de papas... creo. Creo que no. Qué bien huele a peste aquí, ¿verdad? La gente no lo nota, pero la belleza de la peste está en el interior. Sí, como cuando huele a zorruno. Qué me gustan los pinchitos zorrunos, macho, que todo hay que decirlo. Bueno, compadre, si no me vas a hablar me voy, que tengo cosas que hacer. Que esto es peor que hablar con un anónimo. Ahí te quedas, Hugo, Domingo, o comoquiera que sea tu verdadero nombre. Dale recuerdos al Guarda de la Campana. De tu parte. No, de la tuya. De la mía no. ¿De la mía, entonces? No sé, la verdad. Hace tela de calor para comer papas en amarillo, colega. Así que vete ya. Eso ya lo has dicho antes. No.

1 de junio de 2009

Blog is in the air

3 postillas
[[nota del autor y del traductor: escribí esto allá por el 26 de diciembre del 2006, en pleno Big Bang de la era Blog. Ya ha llovido. No mucho, pero ya ha llovido ¿o no?]]


Como ya habrás notado si es que pasas por aquí, la blogosfera, inicialmente canica de escuetos y tímidos diarios-web, crece y crece, se cuece y se enriquece a pasos de André el Gigante. Cada vez los periódicos y diarios tradicionales dedican mayor número de páginas, artículos, columnas, arcos de medio punto, etc. a hablar de los denominados blogs (que no sé qué es lo que será eso del blog: a mí que me registren) y del fenómeno que suponen. En algunos casos, se entrelee cierto respeto-temor de los tradicionales respecto a los web, como el profesor que siente que su alumno le está adelantando. De canica a bola de pin-pon tamaño pin-y-pon, de éste a balón de mano de balonmano, pasando a foot ball... y encontrándose en estos momentos la blogosfera tamaño balón de nivea (nívea) recién inflado, claro está.

El mundoblog todo lo inunda-rá. Todo lo llena-rá. Algunos hablan en lenguaje blog: -"eso ya lo dije yo en mi blog",... "muy buena tu postilla en el blog de periquillo de los palotes", etc.- incluso se llega a empezar a tener aprecio a gente que frecuenta un blog, o cuyo blog visitas con frecuencia. Existe igualmente el fenómeno MONO (recuerda que es este un blog sin humos) en los blogs, y a veces estás deseando expresarte en el propio, visitar alguno, o comprobar posibles postillas interesantes. Hablamos entonces de monoblog.

Otro fenómeno que vengo observando, es que los visitantes fieles a los blogs, no suelen ser del círculo íntimo y privado del autor, sino personas inicialmente ajenas a él. Los amigos/as rara vez pasan por el blog, y cuando lo hacen, rara vez dejan su huella. Es curioso (por no decir otra cosa).

Se desconoce si hubo Big Blog inicial, antes del cual no había nada. Ignoramos en estos momentos si la tendencia inflacionista de la blogosfera permanecerá por los siblogs de los siblogs, o si por el contrario existe suficiente materia oscura* por determinar, que produzca no sólo una desaceleración, sino una contracción, hasta que sólo quede uno. ¿Nos cansaremos de esto de los blogs? ¿Me cuentas algo? ¿Que no? ¿? ¿Crees que este globo blog explotará?

*actualmente la corriente de pensamiento que se vierte en éste, tu blog, indica que la materia oscura de la blogosfera debe identificarse con los chupapostes. Si a estas alturas (2m. sobre el nivel del mar) no sabes lo que es un chupaposte, te doy la bienvenida al blog de las reflexiones sobre el cristal que fue maldito, y espero verte de nuevo por aquí.

28 de mayo de 2009

Historias no contadas

5 postillas
Pensamientos de suspiro.

Sí, te comprendo. Hay veces que tienes una idea feliz, aparece una historia magnífica en tu mente, llega la inspiración y todo parece cuadrar como un círculo. Estás que flotas de euforia: qué buena es esta historia, esa reflexión, aquella opinión. Pero. Decides no escribirla en ese momento, pues una historia así no se me olvida a mí, y resulta que a los tres minutos de este último pensamiento ¡ FLURB ! Ni rastro de ella. Son las historias no contadas. Las canciones no cantadas. Pensamientos que duran un suspiro.

Esas historias no contadas se fueron. Se fueron porque estaban de pasada en tu mente, porque esas historias necesitan probar que son buenas antes de llegar a la mente final, y en tu cabeza hizo una prueba. ¡Bien! -se dijo la historia- una mente y un corazón que creen que soy una buena historia... - Y luego emprende de nuevo su camino, quizás para hacer un par de pruebas más antes de llegar a su mente destino.

Estaba de pasada. No era nuestra. Y por eso hay que dejarla ir en paz, porque en algún lugar a alguien le va a venir muy bien, mejor que a nosotros, que esa historia se instale en su cabeza y tome cuerpo en forma de expresión. Porque seguramente le haga más falta, por h o por b...

--extensión de una postilla mía a un poste de Mari(h)ose, llamado Palabras no dichas

26 de marzo de 2009

POR QUÉ NO ELIGIÓ MI CORAZÓN

3 postillas
¿Por qué me dices tal cosa? Me pregunto, con suma calma
(no creas que me enfado), qué razones tendrás para decirme
eso que me dices sobre él o Él.
No sé si se tratará de una lección, de una lección de vida o
algo parecido. En ese caso estaré más que dispuesto a tener
en cuenta tus palabras. No prometo obedecerlas, tenlo tú
también en cuenta.

Pero ¿por qué me dices tales cosas?
Me pregunto si me ves como un desorientado, un pobre descarriado,
que necesita ser iluminado. Pero no me enfado, recuérdalo.

¿Por qué he de creer que estás en lo cierto? Y no digo que no lo
estés, ojo. Pero, ¿acaso he de creer que eres mejor que yo? ¿Que Él
eligió tus palabras, a tí, para hacerse llegar hasta mí? ¿Eligió tus
cuerdas vocales y tus ideas en lugar de mi corazón? ¿Por qué razón?
¿Eres tú un elegido, una elegida?
¿Por qué me dices tal cosa? Insisto, ¿por qué eligió un camino
indirecto, tu mente, en lugar de mi corazón? Si te apetece aleccionarme,
prueba a explicarme por qué no eligió mi corazón.

No me digas lo espera de mí. Enséñame (si crees que no lo sé hacer)
o mejor, anímame a escuchar mi corazón. Por favor.

24 de febrero de 2009

- ILLO, ¿QUÉ?

4 postillas
- PO YA LO VES

17 de febrero de 2009

Que tú deseas leer en verso

4 postillas
Hay una cosa que quiero decirte, y no sé cómo hacerlo. A ver si tú mirándome a los ojos puedes saberlo. Hay una cosa que no quiero decirte, y no sé por qué hacerlo. Quizás tú sepas cómo ignorarlo o al menos no verlo. Hay pocas cosas que no te diría y hay otras muchas que callaría. Hay una cosa que quiero preguntarte y no sé cómo hacerlo. No siendo mentira no sé si quiero saberlo. Hay otra cosa que quiero preguntarte y no sé si hacerlo. Y si no lo hago creeré que es mentira aun sin serlo. Y si lo hago creeré que es mentira o bien que no es cierto. Hay una cosa que quisiera que me preguntaras, así, sin miedo. Aunque no sé qué contestaría si lo haces en serio. Hay una cosa que no quisiera que me preguntaras nunca. De hecho no sé siquiera cuál es esa pregunta. Hay mil cosas sobre las que no tengo dudas, y tengo mil dudas sobre mis cosas, y sé que no dudas de mis dudas, y sé que las tuyas no duran, aunque las hay, como hay Luna. Hay una cosa que me gustaría decirte, y no es escribiendo. A ver si entre estas líneas u otras lo acabas leyendo. Hay una cosa que siento no decirte, y es no decirte a veces lo que siento. Hay una cosa que siempre esperas que te diga, pero yo no dejo siquiera que se la lleve el viento. Hay una cosa que es mía, como son mías cientos. Hay una cosa que es tuya, y me late muy adentro. Hay una cosa que sólo sé decir en prosa que tú deseas leer en verso. Hay tantas cosas que te digo incluyendo pensamientos, que a veces, las reflexiones no dejan espacio a los sentimientos. Hay una cosa en colores que sólo consigo expresar en blanco y negro. Aunque sabemos que todo lo que pinto lo hago con los colores que tengo. Hay algunas plantas que hace algún tiempo que no riego, y es gracias a tí que no siento que esté seco. Hay una frase al principio de los tiempos, antes de que todo tomara cuerpo. Y es que de siempre se ha dicho, lo primero es lo primero. Hay una cosilla que quiero decirte, aunque nunca crea estar dispuesto. Hay una cosa que quiero decirte, pero no pienses que es gorda, ni media ni fina. A ver si tú mirándome a los ojos, lo adivinas. Hay una cosa que creo que sólo sé decir en prosa, aunque suenen vocales en concierto. Sí, hay una cosa que creo no saber decir más que en prosa, y que tú deseas escuchar en verso.

Hay una cosa que siento que quiero decirte, pero no sé qué es ni cómo hacerlo. Espero que tú, mirándome a los ojos, puedas saberlo.