Poste partido

Hola a todos.
Hoy no voy a reflexionar ni a desvariar, ni mezcla de ambos. Simplemente hoy divido este poste en dos, con motivo de 2 nacimientos.

1er Nacimiento.
Se ha convocado (el pasado 17/07/2007) un magnífico certamen de cortometrajes, por parte de la Asociación FARBEN y con el respaldo oficial del Excmo. Ayuntamiento de Sanlúcar La Mayor.

Pásate por el blog de FARBEN para enterarte de los mayores pormenores y detalles de la convocatoria, y si no es mucho pedir, transmite esta información a todos aquellos que creas que les puede interesar, o le vaya a interesar en un futuro (-¿cómo?, ¿no decías que no ibas a desvariar?). Como anticipo, te comento que los cortos deben haber sido producidos a partir del 2003, y girar alrededor de la temática de la interrelación de culturas. Hay (por el momento) un par de buenos premios: 1.500€ para el 1er premio del jurado, y 1.000 € para el premio especial del público.
No te quedes corto. ¡Haz tu corto!.

Corto y cambio.

2º Nacimiento.
En 1976 (¡no hagas cuentas!), después de una siesta de verano en el vientre materno (oooh, qué rica), a eso de las siete de la tarde del 17 de julio, carlitosreina, el otro, el de carne y hueso, abrió los ojos al mundo. Os doy las gracias en su nombre a todos los que estáis o habéis estado tan presente en su vida. Y por concretar algo, pues gracias mil por mis treinta y uno a (por orden de llegada):

A mi madre, a mi hermana, a mi otra hermana, a mi pequeño nephew tocayo y a mi pequeño nephew Mike.
A mi hermano, a Rocío. A miInma.
A Sandrita, a L-Na, a Donda, al Torillo, a E-milio, a F-Jinete, a Bankinter, a Luiqui(qui(i)), a Auror(ita).
A Aurora y Pepe, a Juan(Ito), al tito Roger, a MMar, a Don Julio y Bea, a Sonja K., a Ana2, al Yamamoto, al Camundi, al Esca.
A mi padre, al tito Antonio. A Bárbara, A Fluna, a Auvalverde, a MerJor,
A Fran con Nata (ejem), a Ra(quel), a la Glori y al Paco. A Lauríssima y miDanié, al titoMigue. Y a Gema (ejem, ejem).

A todos ellos, y a todos los que celebren (o celebrasen, o celebrarían si lo hubieran sabido), de alguna manera o de otra, mi llegada al mundo exterior, tras el (maldito) cristal. A todos vosotros y a todos ellos. Con el corazón, a tus pies.

Bastante más de 5 horas y media

Bastante más de 5 horas y media desde que te fuiste, y sigo contando.
A veces da la sensación de que el tiempo no lo cura todo, de que pasa demasiado lento. Y si no, cuando menos lo esperes allí aparecerá esa melodía, esa cancioncilla, esa música que solías escuchar incluso cantar. Allí aparecerá para descurar lo curado por el tiempo, y mandarte a casa en el tablero de parchís de tus sentimientos. Y una vez en casa, preguntarte si todo ha sido una pérdida de tiempo, de ese tiempo que no lo cura todo. Ni aunque pasen 3.150 veces 20.000 segundos, y veas que efectivamente los colores han cambiado, incluso la textura de la lluvia. Pero la textura de tus lágrimas sigue siendo la misma. Esas que se preguntan que cómo permitimos que la vida nos separara, como si uno pudiera decidir por sí mismo las separaciones. Sí, a veces no depende de uno, ni de dos, ni de tres. A veces sí, pero otras no. Y la canción sigue sonando, yo al volante y ella a mi lado, y las lágrimas, antes blancas, se tornan azules semicorcheas a dos voces, como el dueto más triste escuchado en silencio. La única solución es pedirle a la radio que se calle, por favor. Porque somos muy fuertes cuando todo va bien y el mundo está a nuestros pies, pero... qué pequeñitos somos con el envoltorio de la melancolía. Y éramos tan fuertes ... tan fuertes que nada exterior parecía poder rompernos. Sé que eso no fue todo, tiempo perdido sin más, pero sigo sin saber si es posible mirarse a sí mismo cuando uno piensa en lo que dejó atrás. Si es posible mirarse a sí mismo cuando sientes que te han dejado atrás. Si es posible mirar, sin más. Si es posible escuchar una canción sin que hable de nosotros. Una y otra vez tocando mi vieja de seis cuerdas, que pregunta qué fue lo que fue mal. Y me dice: nunca pensé que fueras a dejar que esto llegara tan lejos, boy.
Bastante más de 5 horas y media, y sigo contando.