27 de abril de 2006

La feria de superman

Sevilla. Abril. Azahar. Albero. Alegría. Cante. Baile. Feria.

La feria de Sevilla es así. Es la Feria de Abril. Una fiesta local tradicional, convertida en punto de encuentro, cuyo origen se remonta a allá por el año 1847, cuando los señores (sevillanos de adopción) Narciso Bonaplata y José María Ybarra pidieron al ayuntamiento que se celebrase una feria de ganado. Y así empezó todo, tras el beneplácito tácito de la reina Isabel II.

Hoy, y desde hace décadas, es la celebración de la ciudad, la cual se replica y se establece en un recinto en el que las casetas son la prolongación de los hogares de los sevillanos. Por eso, conviene venir a la feria siendo invitado por algún ciudadano sevillano, pues en caso contrario, puede uno verse paseando por las calles del Real de la feria, maldiciendo gratuitamente por no poder entrar en tal o cual caseta. Y es que Sevilla celebra su fiesta, para sí misma, e invita a aquellos que lo deseen. Pero deben ser invitados, tal como invitarías tú a tu cumpleaños o al convite de alguna celebración especial. En este caso, la diversión y la alegría la tienes asegurada. En otro caso, tampoco te va a pasar nada, pero no sería igual.

En la feria se conjugan (a veces) los astros de la amistad, de la alegría, de las conviás, del etcétera y etcétera. Pero hay veces que uno, aun viendo que ha crecido y observado que ha cumplido años, se ve haciendo o presenciando infantiles alardes de inmadurez, teniendo en cuenta absurdas cuestiones en lo que a relaciones personales se refiere. Porque además, ocurre que en la feria uno quiere estar con todos, y a veces todos con uno. Pero no hay tiempo material (muy curioso eso del tiempo material. ¿Serán los relojes de arena?), y tiene uno que repartirse injustamente y dividirse resignadamente.

En la feria además se tolera todo, o casi todo. Se come mal a precios abusivos, comes a deshoras (en realidad no se para de comer), bebes peor, pasas calor o frío (pero nunca 0º), soportas mesas cojas llenas de porquerías, gente y bullas para dar y regalar, retrasos de horas, poquísimas o ningunas horas de sueño, ... Realmente se llega a pensar que si la feria durara más de lo que dura, acabaría con más de uno. Y es que hay que ser un verdadero superhombre para llevar con entereza esta fiesta entera.

¿Cómo lo pasaría superman en la feria? ¿Lograría evitar las peleas de imberbes cerebrales en las casetas municipales? ¿Lograría evitar los puntos desfasados de rebujito, los punto y coma, y los comas etílicos? Superman haría de las suyas, seguro. Pero entonces echaríamos de menos a Clark Kent. Porque cuando está superman no está Clark, y cuando Clark está, no lo está superman. Y esta feria, puede pasar a la historia (a mi historia) como la feria de superman. Porque yo quiero estar con superman, pero también con Clark. Y como yo hay más gente. Pero claro, ... cada vez hay más héroes de barrio, y menos abrazos entre superman y Clark.

8 comentarios:

Fernanblog dijo...

Ahí me has pillao...

Anónimo dijo...

Como ciudadano sevillano he invitado a mi Feria a algunos de fuera. Pero lo que más he llegado a poder ofrecer es mi compañía. Las cacas de caballo, las botellas tiradas, los imberbes y algunos con muchos pelos en sitios que no son la barba peleando por pasar el rato y otras delicias ya las pone el ambiente.

Cuando he querido invitar a mi caseta me he encontrado con un pequeño obstáculo: no existe. Cuando estoy con otros sevillanos - como tú, peluca - tengo la caseta de ellos. Pero cuando no es así...

Supongo que la clave está en eso que dices: Sevilla celebra su fiesta, para sí misma, pero no para mí.

Luis Amézaga dijo...

Carlitos, ya estás tardando en invitarme ;) que ya sabes que me gustan los héroes de cómic.

Anónimo dijo...

Yo que tú no me fiaría mucho de llamar a Supermán, como plan B. Están algo cansados, los superhéroes. ¡Ej que no dan abasto! Mira lo que ha dicho la semana pasada Supermán, en El Loco de la Colina:

".. joder, una cosa es evitar que un autobús se despeñe desde un puente o frenar un tren que parece que descarrilará, de vez en cuando. Algún avión que se desploma... no sé... Pero otra cosa es tener la agenda como la tengo. Y deja tú la vida cotidiana, delincuentes y desgracias personales... ¡¡tengo tareas pendientes en Oriente Medio, Sahara, China, Centroáfrica, Cachemira, Corea, Sudamérica, mirar de reojo al cinturón de asteroides, controlar el Niño, vigilar la actividad solar... aggggg!!. El otro día llegué por los pelos para frenar una tsunami en la isla de Tonga. Y no sé quién rayos no dejaba de llamarme desde Sevilla, múltiples señales! bastaaaaaaaaaaaa..."

¿Ves? A mí hace poco me dejó tirado la Hormiga Atómica, sin ir más lejos. Uy, qué chungooo...

Nada, nada, necesitamos un Terminator, alquien que ayude sin implicarse emocionalmente o aspirar a tener vida propia, que luego pasa lo que pasa. :PPP

:D

Anónimo dijo...

Yo quiro ir
yo quiero
yo yo yo yo...
Quiero ir a la feria de Abril de Sevilla, pero de invitada ¡Ea! jajajajaja! que sino es más dificl entrar a una caseta que Superman venga ¿si o si?
Pos vente para la de Córdoba, niño. Yo no voy a ir porque no puedo(bueno me escaparé un ratillo)pero fiestorra asegurada, igual que borrachera, dolor de pies y más o menos la gente se pone igual de "burrica" en todos los sitios.Que "semos" unos salvajes.
¡Miauuuuu!
Besos gatunos

Anónimo dijo...

Superman no podía estar en la Feria: estaba grabando su nueva peli.

Pero yo venía porque no encuentro tu correo-e y quería decirte que te ha tocado:

http://www.atareq.net/atareq/?seccion=articulos&id_articulo=37114707506406050843

Pásala a otros 7 ;p.

Funny Blondie dijo...

Un abrazo Supermán ;-)

Anónimo dijo...

Superman en la feria de Sevilla. Eres la caña, Carlichis.

Besos orgiásticos.