21 de noviembre de 2006

El Euro Peo

¿Quién es ese tragón tragabolas, con probable forma de dragón, que no de bolas, que se come mis sueldos alegre y mensualmente, los digiere y los expulsa soberanamente a la par que con desdén, en forma de ventosidad?

¿Quién es aquél que osó cual oso sin forro en el frío polar como amantes en círculo subirnos el nivel de vida casi un 100% mirando para otro lado, haciéndose el longui como un buen Lorenzo cara al Sol?

¿Por qué no hay sobre esto explicación convincente ni sin Vicente, ni que vidente alguno pudiera advertir y verter sobre nosotros y sobretodo?

Disculpen sus señorías lectoras, chupapostes y no-chupapostes, apostilladores y apostillantes socios, lo soez del poste, pero espero que se me permita decir que me cago en el euro. Más que en el euro como concepto (de unión (jajajajajajajaJAJAJAJAAJA) de los pueblos, de la comunicación (económica) de las gentes,...) y como Símbolo (€), me cago en lo que ha conllevado el euro, o lo que llevaba detrás oculto bajo la alfombra del descaro. Pero por decirlo de algún modo, me cago en el euro. Y a aquellos por los que pregunto más arriba, les dedico un magnífico Euro Peo, esperando que resuene en sus tímpanos y sus pituitarias durante mucho tiempo. Tanto como tiempo pase hasta que los sueldos se acerquen a la subida del nivel de vida sufrido. Va por ustedes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La prueba más clara de lo que dices es que la mayoría de las tiendas "de 100 ptas" pasaron a llamarse tiendas de "Todo a un euro", es decir, redondearon automáticamente una subida del 60%, con la tontería. Paradójicamente, yo me quedo cuadrado :P

Y en ese triángulo económico andamos... (una historia de dos rombos, casi).

Te mando un abrazo de ico-oso-aedro.

CarlosBlanco dijo...

Antes del euro, muchos de mis compañeros de trabajo (que trabajo), empezaban a ganar dinero (pocas y baratas pesetas), alguno tenían novia, otros un coche (o así los denominaba ellos) y de repente, llegó el euro, “el caro”, con lo que se tenían menos euros, y en apenas un lustroso lustro muchos de ellos (todos no, aún me queda uno o quizás no), han encontrado novia, han encontrado un coche nuevo, se han comprado un pisito o casita, se han casado, han tenido uno o mas hijos, con lo que a pesar del’leuro han conseguido, sin duda mucho menos de los que se merecen, pero, demostrando que a buen profesional pocos l’euros bastan (pero eso si, muy bien aprovechados).

Anónimo dijo...

puro-peo, puro-peo amigo........