Ni se te ocurra hacer lo que creas que es mejor para tus hijos. Ni se te even think about it. No oses decidir por ellos. Espera a que tengan uso de razón, para que sean ellos los que decidan, libremente. Libres mentes. ¿Que cuándo podrás considerar que tienen uso de razón tus hijos? Pues como la razón es lo único del mundo que está equitativamente repartido - como nos decía René el de los descartes - pues todo el mundo está convencido de tener suficiente... no será fácil determinar cuándo ha llegado ese momento, no. Pero, ¡bah! ¡Pecata Minuta! Peor sería decidir por ellos. La eterna espera será un mal menor.
Yo, por ejemplo, no les pienso poner a mis hijos ni siquiera (ni si no quisiera) nombre. No hablo de no bautizarlos (que también) por la Iglesia Catódica (alabada sea la T.V.) ni por la capilla Seventina ni Sixtina. No. Voy más allá. Hablo de no ponerles nombre. ¿Cómo osar a decidir tan tamaña y determinante cosa? ¡Decidir el nombre de mis hijos! Por favor, seamos serios. Cuando cumplan la mayoría de edad (los 35 años largos), que ellos elijan. A su gusto. Mientras tanto, los llamaré Niña_1, Niña_2 y Niño. Con mayúsculas, claro, porque serán sus nombres propios hasta que ellos decidan por cuáles sustituirlos. Propiamente.
Ah, y otro tema importante. Hay personas que piensan que tienen la potestad, por el mero hecho de ser padres de sus hijos, de decidir escolarizarlos, mandarlos a la escuela a que aprendan a aprender, a que absorban y conozcan conocimientos, se sorban los mocos de mocosos, y vislumbren la existencia de la educación. Me opongo totalmente. ¡Protesto, Señoría! Aunque sea porque creen que es lo mejor para ellos. No es razón suficiente para decidir por ellos. Cuando tengan uso suficiente de razón, ¡que elijan ellos si quieren ser escolarizados, y si quieren tener el pelo liso o rizado!
Dicha la ironía y hecha la plancha, llega la antítesis, a modo de síntesis. De lo único que estoy en contra es de las cosas que se hacen porque sí, sin razón, por no decir no, porque yo qué sé, por psé, por el pan de antié, porque es lo que toca, porque no lo sé, no lo he pensado. Haz lo que quieras, haz realmente lo quieras, si crees que es lo mejor. Y si lo has pensado, has flexionado y reflexionado, lo has meditado, y crees que es lo mejor para... ellos... ¿hay mejor razón?
Yo, por ejemplo, no les pienso poner a mis hijos ni siquiera (ni si no quisiera) nombre. No hablo de no bautizarlos (que también) por la Iglesia Catódica (alabada sea la T.V.) ni por la capilla Seventina ni Sixtina. No. Voy más allá. Hablo de no ponerles nombre. ¿Cómo osar a decidir tan tamaña y determinante cosa? ¡Decidir el nombre de mis hijos! Por favor, seamos serios. Cuando cumplan la mayoría de edad (los 35 años largos), que ellos elijan. A su gusto. Mientras tanto, los llamaré Niña_1, Niña_2 y Niño. Con mayúsculas, claro, porque serán sus nombres propios hasta que ellos decidan por cuáles sustituirlos. Propiamente.
Ah, y otro tema importante. Hay personas que piensan que tienen la potestad, por el mero hecho de ser padres de sus hijos, de decidir escolarizarlos, mandarlos a la escuela a que aprendan a aprender, a que absorban y conozcan conocimientos, se sorban los mocos de mocosos, y vislumbren la existencia de la educación. Me opongo totalmente. ¡Protesto, Señoría! Aunque sea porque creen que es lo mejor para ellos. No es razón suficiente para decidir por ellos. Cuando tengan uso suficiente de razón, ¡que elijan ellos si quieren ser escolarizados, y si quieren tener el pelo liso o rizado!
Dicha la ironía y hecha la plancha, llega la antítesis, a modo de síntesis. De lo único que estoy en contra es de las cosas que se hacen porque sí, sin razón, por no decir no, porque yo qué sé, por psé, por el pan de antié, porque es lo que toca, porque no lo sé, no lo he pensado. Haz lo que quieras, haz realmente lo quieras, si crees que es lo mejor. Y si lo has pensado, has flexionado y reflexionado, lo has meditado, y crees que es lo mejor para... ellos... ¿hay mejor razón?
5 comentarios:
Si y no.
El no bautizarlo (que no meterlos en un baúl) es en si mismo una decisión (el meternos en el baul seria otra decisión aunque peor), una decisión que implica no educarlos sino no ponerles un estigma del que no estamos seguros (el solo planteárnoslo ya demuestra que no estamos seguros).
Hay padres que someten a sus hijos a cosas de las que están seguros o casi o por buena fe o porque es la costumbre, como el bautismo, la circuncisión, las bodas prematuras, la ablación, sexo, comer verduras, etc.
En la educación mas de lo mismo, hay quien objeta a la educación (para la ciudadanía), a las clase de religión, a llevar crucifijo, burka, a los colegios privados, públicos, católicos, rurales, o simplemente a los colegios.
Pero ¿y en como educarlos? Como trasmitirles unas costumbres, un comportamiento, un respeto unos valores ¿Qué herramientas podemos usar? El diálogo, los premios, el halago, la reprimenda, las amenazas, el cachete (que hace treinta años le decían guantazo), el aislamiento…
Tener hijos es mas fácil que todo esto y te puedo asegurar y te aseguro que la mayoría de padres no le dan tantas vueltas al tarro (rarito que es uno).
Hasta hay padres que son tan atrevidos que no solo los condena con el bautismo sino que les sacan el carnet del Betis (creer para ver).
Toma postilla que te he colao
Qué grande, Karlova. No esperaba menos de ti.
Tus hijos serán niños felices ante todo, no tengo la menor duda.
Besos orgiásticos
Por toda la escuadra, CarlosBlanco, por toda la escuadra. Como a mí me gusta.
Ella, eso espero. :D
Que mis niños sean felices, y que sean mis niños :D
No quiero ver a ningún Niño/a tuyo/a con un balón de basket hasta que éste/a no pase del 1,60m.
Que no me entere que se hacen con un balón... a menos que haya sido obtenido por birlibirloque en el barrio.
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