Y en efecto alguien supo algo. Y se calló. Y confundió amistad con asesinato. Confundió complicidad amistosa con ser cómplice cruel. Lamento mucho este poste. Este poste que es el poste más triste.
El poste más triste es aquel que no tiene nada que decir. Y aunque yo sí que tengo mucho que decir, no puedo decir lo mismo de este poste. Este poste está vacío totalmente, porque lo único que cuenta es lo que no cuenta. El poste más triste es aquel que simplemente tapa palabras anteriores, que estira un velo tan tupido y opaco como sea necesario. Y aunque ahí quedará, ahí lo dejaré en recuerdo de la pobre chiquilla, quisiera no haberlo publicado nunca. Quisiera no haber arrancado un par de carteles por la calle San Jancinto con las lágrimas en salto. Hoy no necesito tus postillas ni tus comentarios. Sólo tu respeto y dolor. Y tu recuerdo.
Este poste es el poste más triste. Porque solo tapa aquello que nunca debió ocultarse. Aquello que nunca debió suceder.
Descanse en paz.