Esperaban impacientes su madre y su hijo. Tres generaciones implicadas y salpicadas por la novedad del momento. El joven de 16 años, sentado junto a su abuela Carmen, dudaba de la eficacia del programa de mejora personal en el que se encontraban por avatares del destino, y (por qué no reconocerlo) por esa divina tendencia social a escoger -y recorrer- el camino más corto. "¡EL CAMINO DE LA FELICIDAD! ¡USTED TIENE DERECHO A SER FELIZ!" rezaban los lemas del programa y de la sociedad al dios del atajo. "BIENVENIDOS A CAMBIO TOTAL", anunciaba la cabecera del programa.
Los tres, su madre Carmen, su hijo Jorgito (gorge le decía su padre) y ella, María del Pili, cumplimentaron en familia el formulario de inscripción, completando un detallado informe de aspectos mejorables de MªdelPili: la piel de naranja washingstona, la uña del dedo chico de la mano izquierda, las comisuras de las pestañas, los pómulos de las orejas, el diodeno de dentro, el píloro superior derecho, el glúteo nasal, los papilomas secrecionales, el espigadismo asíncrono, la melena púbica, los muslos de pollo y las patas de gallo quirico, el desprendimiento de axila, el pie de aleta, la aleta de atleta y el olor del alerón. La vista gorda, el instentino oculto, el secreto ibérico, los dedos impares, los ganglios caducados, los microtraumaturgos inherentes, los cogollos de tudela y las manos de trapo. Ya no había marcha atrás, el ansiado día había llegado.
-Señoras y señor. Presten atención. Con todas vosotras, y con usted también, señor, el milagro del Cambio Total: LA NUEVA, IRRECONOCIBLE Y FELIZ .... ¡¡MARÍA DEL PILIIIIII!! --grandes aplausos y vítores, ¡alabado sea el Dr. McNamara!
La cara de Jorgito era un poema de Picasso. - Esa no es la máma, buela. Qué cambiá que está ¿no? - Sí, jorgito, es otra persona.
La gran ovación del público en el plató casi hace que se venga abajo el mismo. ¡Realmente su propio hijo no la reconocía! Y lo que ya era de nota (notable alto) ¡¡Ni la madre que la parió!!
-¿Qué les parece, señoras y señor? ¡¡HE AQUÍ UNA MUJER FELIZ!! ¿Contento, jorgito? ¿Cómo la ve, abuela?-Señor presentador, creo que ha habido alguna confusión. Mi madre está cambiada.-En efecto, tal como ella quería.-Pero es que esa no es mi madre.-Correcto de nuevo. Salía mucho más barato cambiar la persona al completo. Desde hoy y para siempre, por deseo expreso de ella, de su hijo y su madre, esta es la nueva MªdelPili. De hecho se llama Heráclita y nació en Santa Olalla. Para tí será tu madre y la llamarás mamiti, y para usted será su hija y la llamará María del Cliti. ¡¡ESTO ES CAMBIO TOTAL!! ¡¡AHORA ESTA MUJER PODRÁ SER FELIZ!! Ah, por cierto, a tu antigua madre la hemos metido en un macetón, y ya la usaremos para algo. ¡EN CAMBIO TOTAL....!
-respondía el público a coro- ¡NO SE TIRA NÁ!
Los tres, su madre Carmen, su hijo Jorgito (gorge le decía su padre) y ella, María del Pili, cumplimentaron en familia el formulario de inscripción, completando un detallado informe de aspectos mejorables de MªdelPili: la piel de naranja washingstona, la uña del dedo chico de la mano izquierda, las comisuras de las pestañas, los pómulos de las orejas, el diodeno de dentro, el píloro superior derecho, el glúteo nasal, los papilomas secrecionales, el espigadismo asíncrono, la melena púbica, los muslos de pollo y las patas de gallo quirico, el desprendimiento de axila, el pie de aleta, la aleta de atleta y el olor del alerón. La vista gorda, el instentino oculto, el secreto ibérico, los dedos impares, los ganglios caducados, los microtraumaturgos inherentes, los cogollos de tudela y las manos de trapo. Ya no había marcha atrás, el ansiado día había llegado.
-Señoras y señor. Presten atención. Con todas vosotras, y con usted también, señor, el milagro del Cambio Total: LA NUEVA, IRRECONOCIBLE Y FELIZ .... ¡¡MARÍA DEL PILIIIIII!! --grandes aplausos y vítores, ¡alabado sea el Dr. McNamara!
La cara de Jorgito era un poema de Picasso. - Esa no es la máma, buela. Qué cambiá que está ¿no? - Sí, jorgito, es otra persona.
La gran ovación del público en el plató casi hace que se venga abajo el mismo. ¡Realmente su propio hijo no la reconocía! Y lo que ya era de nota (notable alto) ¡¡Ni la madre que la parió!!
-¿Qué les parece, señoras y señor? ¡¡HE AQUÍ UNA MUJER FELIZ!! ¿Contento, jorgito? ¿Cómo la ve, abuela?-Señor presentador, creo que ha habido alguna confusión. Mi madre está cambiada.-En efecto, tal como ella quería.-Pero es que esa no es mi madre.-Correcto de nuevo. Salía mucho más barato cambiar la persona al completo. Desde hoy y para siempre, por deseo expreso de ella, de su hijo y su madre, esta es la nueva MªdelPili. De hecho se llama Heráclita y nació en Santa Olalla. Para tí será tu madre y la llamarás mamiti, y para usted será su hija y la llamará María del Cliti. ¡¡ESTO ES CAMBIO TOTAL!! ¡¡AHORA ESTA MUJER PODRÁ SER FELIZ!! Ah, por cierto, a tu antigua madre la hemos metido en un macetón, y ya la usaremos para algo. ¡EN CAMBIO TOTAL....!
-respondía el público a coro- ¡NO SE TIRA NÁ!
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