24 de agosto de 2011

De la Tierra a la Luna pasando por el Sol de la Roja

Y EL SUPEREGO MEDIOAMBIENTAL

Lo del cambio climático es preocupante. ¿Verdad? El sobrecalentamiento al que estamos los humanos sometiendo al Planeta que llamamos Tierra, debido principalmente a las emisiones industriales de CO2, de C3PO y R2D2. Somos malos, muy malos. Por tratar así a la Madre Tierra, a la Amable Atmósfera, a la Tierna Agua. No demostramos nada de respeto por el sitio que nos da cobijo, ni por el lugar que nos permite poner nuestros pies sobre él, ni por el espacio (¿tridimensional?) que nos da existencia. Somos malos e irrespetuosos hasta el extremo. Tanto, que nos creemos dueños de los metros cuadrados que hemos escriturado en el notario, dueños de las hectáreas y parcelas que hemos ¿limitado? con una alambrada, dueños y señores de cielo y tierra. De la tierra de la Tierra ¡y de los espacios aéreos! ¡Hasta de la tierra de la Luna! El primero que llegue que ponga su bandera con su fuerte brazo, ¡y ya está! ¡Mío! ¡Yo lo vi primero! Conquistado, en virtud de mi delirio de grandeza y del de mi cabeza. ¡Cabeza!

No negaré que el cambio climático, que el calentamiento global y las patas de gallo del planeta que habitamos me preocupan y me interesan sobremanera. Pero añado hoy un matiz a mi perspectiva del problema, que tiene que ver con el infantil conflicto del sitio comentado en el reflejo anterior. Tal es nuestra soberbia, que pensamos que ¡DESTRUIREMOS LA TIERRA! Hombre, si Fukushima estuviera en lo que llamaron Hispania, a lo mejor ya hubiéramos enterrado a la Tierra (¿lo pillas? qué arte tengo), pero me parece que lo que destruiremos, si acaso, es el confort (de algunos) efímero y puntual de la vida humana tal como la conocemos de unos siglos para acá. Creo, que no tenemos tanto poder, con el permiso de la energía nuclear. El exceso de preocupación me desprende cierto tufillo a soberbia humana. No es pa tanto. ¿O sí?

No nos engañemos (pienso yo), el planeta que llamamos Tierra evolucionará, cambiará, si me apuras se adaptará a las acciones inhumanas de los humanos. Al fin y al cabo cañaveral, sobrevivirá. El planeta que habitamos, seguirá, como siguió tras los brusquísimos cambios climáticos que suponen las glaciaciones, los leñazos de meteoritos, las vueltas y vueltas día y noche. El Hombre, como los dinosaurios, problamente esté de paso aquí. El cambio climático provocado por la acción del hombre, provocará nuevos cambios. Nada más, y nada menos.

El Sol, ese que nace diariamente por oriente, dirá cuándo es hora (¿hora?) de cambiar de escenario cuando se convierta en gigante roja, como nuestra flamante campeona del ¿mundo?

4 comentarios:

Marta Rodríguez dijo...

Mamá siempre acaba adaptándose, pero me pregunto si algún día dejará de ser tan paciente y tan buena (no lo otro, ella no lo es), y así darnos un escarmiento (que muchos/as necesitamos). Aunque quizás eso sea cosa de adultos, por lo tanto no sería mi problema...ni el suyo, Mr Queen, porque gigantes (y adultos) como ella los hay escasos. Conclusión: Mamá Tierra no es tonta (cosa de la que algunas personitas no se escapan de ser, por h o por C), y hemos de premiarla con regalitos, ya que a ella también le gustan. PD: Saludos desde el Mediterráneo, lágrima de felicidad que derramó ella por nosotros (:

Alberto dijo...

Eso se lo escuché decir a Manuel Toharia. Nos cargaremos los ecosistemas, a nosotros mismos incluso, pero la Tierra seguirá dando vueltas alrededor del Sol como si nada, igual que los últimos miles de millones de años.
Gracias, Tierra.
Gracias, sitio.
Gracias, Karlova.

carlitosreina dijo...

Gracias.
Gracias.

Paco Resinas dijo...

Toharia llama a Karlova de vez en cuando... y hablan en ruso...