La Tercera Guerra Mundial

Han sido muchos y muchos serán, los que hablen de la futura y tercera guerra mundial. Desde videntes con más de dos dientes, hasta futurólogos de pacotilla, pasando por el amigo Albert, que aseguró desconocer cómo sería la tercera guerra mundial, pero que en la cuarta se batallaría con palos y piedras.

La primera, la más dura, de 1914 a 1918. Cuatro duros años mundiales, como los que transcurren entre (campeonatos) mundiales. Maldita coincidencia. La primera, con el emperador Francisco José y sí, sí, los recuerdos de su mujer Isabel de Baviera.

Coincidiendo con el final de la civil, el difuso inicio de la Segunda, del 1 al 2 de septiembre, pero de 1939 uno y de 1945 el otro. Condena eterna por 6 años y un día, de la que rebuscando por encontrar el (triste) lado positivo, podríamos destacar al proyecto Manhattan , de cuyo resultado obtuvimos un gran control sobre el átomo. Triste camino el de la Física Atómica y Nuclear en esos históricos días.

Me permito hoy pronunciarme sobre la vencida. Sobre la tercera. La Tercera Guerra Mundial empezó. Así de simple, de pretérito y de perfecto. La Tercera, además de ser a la que va la vencida, como digo, es la más original: no enfrenta naciones, ni países, ni nacionalidades, ... La Tercera Guerra Mundial lo es por ser contra el Mundo. El Hombre y la Tierra, más enfrentados que cuando el amigo Félix. Y ya empezó.

En mi opinión, la tercera es la primera, pues llevamos más de dos siglos viviendo y disimulando esta guerra, que lloró tras el cate en el culo que le dio algún revolucionario industrial, y que en las últimas décadas se ha recrudecido indiscutiblemente."Más madera, esto es la guerra". En efecto, esto es la guerra. Y en la guerra no hay vencedores. Sólo destrozos y sollozos. Y puede pasar lo siguiente, en función de la duración de la Tercera:

- Gana el Hombre, se destroza el Mundo

• Si es demasiado pronto, el Hombre desaparece, para el bien económico-petrolífero de futuras especies que usarán fósiles de suicidas humanos.
• Si la guerra dura lo suficiente, el Hombre podrá marcharse a destrozar otro bonito Mundo, en su magnífica y artificial nave nodriza.

- Gana el Mundo, solloza, padece y desaparece el Hombre

• Si es suficientemente pronto, la propia naturaleza podrá evolucionar hasta permitir la aparición de otra especie Observadora, gracias a la cual, y en virtud del principio antrópico, el Mundo seguirá existiendo (aunque bien distinto del que morarán nuestros recuerdos allá en el otro mundo).
• Si transcurren largas épocas, ambos bandos se irán desgastando el uno al otro, hasta llegar a la locura. El Mundo estará loco, y lleno de locos mutantes que sobrevivirán entre Tsumanis diarios en el desierto, y glaciaciones terciarias semanales. Locura hasta la aparición de ese explosivo que ponga cordura, haciendo desaparecer todo rastro del Mundo en el Sistema Solar.

Cuidado con la Tercera Guerra Mundial, que se libra diariamente a escala personal, entre tubos de escape y vida artificial. Sin querer pecar de apocalíptico, pienso que la Tercera, está siendo la definitiva.