Algo falla en el ciclo del reciclado

Iba yo hoy como cada noche de día que acaba (ya quisieran mis hermanas que esta frecuencia fuese más real que literaria) a tirar la basura que nos sobra. Y como desde hace algún tiempo, llevaba dos bolsas. Una en cada mano de brazo. Una mano portaba una bolsa de propaganda del supermercado más cercano que no tenga la antipatía, el desorden y la suciedad como valores y rasgos característicos (curiosamente, esta definición los autoexcluye, pues cobran por las bolsas. Luego allí se quedan), llena hasta los topes de bricks de leche vacíos o básios, latas de caballa, botes de danao y biodefrutas, plásticos varios, otras bolsas, etc etc. En la otra mano, y con un peso algo mayor, la bolsa con los desechos orgánicos e inclasificables.

Porque en mi hogar, hemos conseguido desde hace unos años ir separando la basurita. Y cada mochuelo a su olivo, y cada oveja con su pareja. Y es que es muy necesaria una concienciación de que este mundo necesita una manita. O dos: una con los plastiquitos al contenedor amarillito, y la otra con las papa frita que te sobraron, la caquita de tu perro, las miga de pan y las cáscaras de huevo. Seamos considerados, que cuesta muy poco. Sobre todo, en lo que a plásticos se refiere.

Entonces, iba yo, con mis dos bolsas caminando hacia los contenedores, deposito felizmente (uy, menos mal! todavía no han pasado a recoger....) la bolsa con los plásticos y envases en el contenedor de tapa amarilla, y la bolsa con los desechos orgánicos e inclasificables en el contenedor habitual... ENVUELTOS EN UNA PRECIOSA BOLSA DE PLÁSTICO. ¿?¿?

Y me paro, y me digo: algo no me cuadra aquí. Algo falla en el ciclo de reciclado... ¿me ayudas a saber qué es? ¿¡Cómo que no...?!