Mente Paulitina

En este post-e vamos a demostrar, partiendo del principio de Pauli, que dejar un hueco de vez en cuando es una manera sencilla de ascender en la empresa.
A la post-re, este principio de exclusión tiene como fin la inclusión de la ciencia en la vida cotidiana y ordinaria.

Partículas indistinguibles buscan un estado en el que todo el mundo esté cómodo. La función de onda total debe ser antisimétrica, dirían los Brey Ávalos Cuantizados en paquetes.
Pauli creía firmemente en que dos electrones, como indistinguibles que son, no podían tener los mismos números cuánticos. En otras palabras, dos electrones no se tocan las mismísimas entre sí, esto es, siempre que haya otro hueco libre, un electrón no se pega a otro.
Obviaré y evitaré todo tecnicismo de aquí en adelante, no para hacer esta reflexión más comprensible, sino para esconder mis carencias de conocimiento e ignorancia, lo cual está muy bien.

Aplicaremos el principio en ídem a:
- asientos del autobús.
- urinarios (este es clave. Éste sí entra en el examen, eh, atentos).

Asiento del autobús: tendría guasa que al entrar un ser humano al autobús, siendo tú el único que está dentro sentadito tranquilito, se fuera a sentar a tu lado el amigo.Vamos, esto no tendría nombre. Este malestar se sustituiría por euforia y subida de autoestima engañosa, si el ser humano es hembra, y tu machote. En cambio, si el ser humano es macho, y tú no, esto se puede tomar como un "ya tenemos aquí al baboso de turno". O sea, que si las partículas se distinguen, se puede formar el taco.

Urinario
Una vez que uno entra en un urinario público, o en el trabajo, o en el colegio, en la facu, etc., uno pierde su identidad. Ya no somos quienes somos, ni somos lo QUE somos, ni hacemos lo que hacemos, ni pensamos lo que pensamos, ni somos lo QUE somos (tirrrrrrrr, campana y sacabó, ha repetido lo que somos!!). Simplemente, somos los que van a lo que van: a orinar. Y nada te diferencia del que orinó antes de tí, u orinará después. Es aquí cuando hay que tener en mente y saber aplicar con presteza el principio de Pauli. Mente Paulitina. Es completamente antisocial colocarse a orinar justo al lado de otro (las botellonas no cuentan, claro). Siempre hay que dejar un hueco. Y mientras mayor sea éste, mejor.
Mi amigo Carlos, y su amigo Jorge, lo saben bien, pues una vez llevamos a cabo a un estudio detallado sobre este principio básico, in situ acción, allá por donde reside el mito del homoGheleno.

¿Y si no hay hueco? Si no hay hueco (bien porque haya 3 urinarios, y 2 de ellos ocupados quedando el del medio vacío, por ejemplo) pues te lavas las manos, o coges papel y te suenas la nariz, o te arreglas el pantalón un poco mirándote al espejo, o recuerdas de repente que se te ha olvidado algo en tu mesa...O sales sin disimulos. El salir sin disimulos, viste mucho hoy día, pues el principio de Pauli está bastante extendido entre la población actualmente. O sea, que estarías dejando claro a todo el mundo que tienes mente Paulitina de principio a fin. Con lo que tu imagen se revaloriza en la empresa, por el respeto mostrado a quien estaba en el urinario pensando "verás, que este se me pone ahí todo pegado...".
Esta regla o principio, debe ser respetada por todos, por el bien común. Aunque sea poco a poco, paulitinamente.
Como queríamos demostrar.
PD: Por cierto, fumar en los lavabos/servicios y ascensores es de muy mal gusto. Digo olfato.